En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula Jaime Calderón Calderón externó su preocupación ante el ingreso constante de migrantes y la lentitud en que se realizan los procesos de atención, lo que deriva en un entorno de sufrimiento para estas personas.
Dijo que es muy notorio ver a familias completas recorriendo la ciudad, y muchos aventurándose a recorrer el territorio nacional a sabiendas de los peligros que enfrentarán, pues ya sortearon otros en el trayecto que recorrieron y que en opinión de ellos, algunas autoridades los han extorsionado ya en los países del sur.
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Señaló que tienen conocimiento de que los procesos de regularización migratorios, para obtener un documento que les permita el libre tránsito por el territorio mexicano son muy lentos, y presentan fechas hasta febrero de 2024, lo que ocasiona que las personas lleguen a la desesperación y busquen otros medios irregulares.
Detalló que en la ciudad, sobre todo en el parque central parece un fenómeno migratorio descontrolado, ya que son cientos de personas que han hecho de este lugar su campamento improvisado, aun cuando se encuentra en condiciones inhumanas.
"Por ello rogamos como familia diocesana a los tres niveles de gobierno, que pareciera que hoy no hay coordinación ni colaboración suficiente, a seguir buscando soluciones e iniciativas básicas para estos hermanos migrantes", abundó.
Puntualizó que solo agilizando los procesos migratorios se evitará descontentos de rechazo y racismo que se puedan generar por la comunidad local, que ya estando visos de enojo y desesperación ante el gran número de migrantes que están varados en la ciudad.