Ante el nuevo horario que les impusieron a comerciantes del mercado San Juan a que cierren hasta las 2 de la tarde debido a la pandemia del Covid 19, decidieron reunirse un grupo de por lo menos 80 locatarios en el estacionamiento del supermercado Chedraui localizado en la 17ª Poniente de manera pacífica, esto para exigir a las autoridades que la ley se aplique hasta las empresas privadas quienes están haciendo jugosas ganancias, mientras que lo local está a punto de irse a la quiebra.
No obstante, fue desde el pasado jueves que derivado a las indicaciones que realizaron por parte de servicios públicos, secretaría de salud municipal y la coordinación de riesgos sanitarios del distrito de salud VII a los diferentes mercados en la ciudad, determinaron reducir el horario de operaciones que sería de 5 de la mañana hasta las 2 de la tarde, con la finalidad de evitar contagios y que la población tome las medidas de seguridad de utilizar cubre bocas, lo cual causó molestia con los vendedores ya que no pueden generar las utilidades para poder abastecerse mientras que empresas como Chedraui sigue abierto en horario normal.
Es por ello que fue al día siguiente alrededor de las 15:00 horas que decidieron reunirse un grupo considerable hasta las afueras de dicho súper mercado, en donde les informaron a unos trabajadores de servicios públicos municipal que deben extender su horario de ventas a por lo menos hasta las 7 de la tarde, por lo que anotaron la petición y se la iban hacer extensiva a la alcaldesa municipal Rosy Urbina, ya que los reglamentos que indican deben ser parejos, ya que no se vale que perjudiquen la economía de unos cuantos, mientras que las grandes empresas no dejan ningún beneficio a la ciudad.
“Soy vendedora de pollo fresco en el mercado San Juan, aunque vengo desde la madrugada a colocar mi puesto, mi mercancía no comercializa tan rápido, la gente va de prisa y sobre todo que se queja de que no hay dinero, no es justo que nos quiten menos horas de vendimia tenemos familias que mantener”, recalcó una comerciante.
Solo estuvieron por lo menos diez minutos y se retiraron hacia sus negocios, mientras que arribaron varias unidades de la policía estatal preventiva y fronteriza, quienes estuvieron en los alrededores como medida de seguridad para estar al pendiente que no se generara un conato de violencia.