Óscar, Nataly y sus dos hijos, originarios de Ecuador, son una de las muchas familias migrantes que, al ingresar a territorio nacional por la frontera sur de México con Guatemala fueron marcados por el crimen organizado, sin embargo pudieron llegar a Tapachula y ahora se preparan para salir en caravana.
Aseguran que están preparados para unirse a la próxima caravana migrante, que partirá el 5 de noviembre con rumbo hacia la Ciudad de México, en busca de una oportunidad para llegar a Estados Unidos.
Narraron a Diario del Sur que, al ingresar a México, vivieron situaciones de riesgo como las que afectan a miles de migrantes en la región, pues fueron interceptados por miembros del crimen organizado, quienes les exigieron dinero para permitirles seguir su camino hacia Tapachula.
“A nosotros nos cobraron 80 dólares cada uno para que nos dejaran seguir nuestro camino. En total, fueron 320 dólares que tuvimos que pagar por miedo, pues ya nos habían contado de los secuestros y lo que pasaba al llegar a México”, explicó la mujer, consciente de los peligros que implica esta travesía.
Añadió que ahora se encuentran esperando el día de salida de la caravana, con la esperanza de avanzar en grupo hacia la Ciudad de México y, eventualmente, llegar a la frontera norte con Estados Unidos.
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Nataly destacó que, aunque los riesgos de la migración son altos, la situación en Ecuador se ha vuelto insostenible, por lo que decidieron salir de su país de origen con su familia.
Geisón, venezolano, relató que en la plaza de Ciudad Hidalgo lo levantaron y tuvo que pagar 100 dólares para que lo dejaran salir de la casa de seguridad donde lo tenían retenido un grupo del crimen organizado.
“Yo estuve en un lugar como un depósito de migrantes donde reúnen a un grupo determinado para traernos a esta ciudad de Tapachula, y ahora todos queremos salir de acá por el miedo a lo que estamos pasando”, abundó.
Externó que hay mucho miedo entre la mayoría de los migrantes y lo único que quieren es salir de Tapachula lo más pronto posible y alejarse del mal momento que están viviendo al llegar a México.
Puntualizó que también sufren extorsiones por parte de personas que se hacen pasar por miembros de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, quienes les quitan dinero para realizarles su trámite, pero solo los engañan.