Un grupo de al menos 50 familias que ha vivido en las márgenes de las vías del ferrocarril en la colonia El Relicario, en este municipio, por más de 17 años, actualmente se encuentran en búsqueda de ser reubicadas debido a que han sido notificadas para desalojar esta área.
Las familias, que actualmente residen en pequeñas chocitas construidas de lámina y madera, lamentan tener que enfrentar la realidad de abandonar esta área que han llamado hogar desde hace más de 17 años, cuando el huracán Stan golpeó la región.
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Reconocen que únicamente cuentan con permisos provisionales otorgados por las empresas ferrocarrileras en ese entonces, Chiapas-Mayab, para permanecer en estas áreas hasta que fueran requeridas, como está sucediendo en la actualidad. Recientemente, la zona ha sido medida y marcada con estacas, abarcando 15 metros para cada costado, lo que afectaría sus pequeñas viviendas, situadas a escasos 5 metros del límite marcado.
Ante esta situación, las familias se encuentran preocupadas y se han organizado para buscar el apoyo del gobierno federal en la obtención de viviendas adecuadas. El plazo dado por las autoridades para el desalojo es hasta noviembre de este año.
Es importante señalar que todas las familias que habitan en las márgenes de las vías del ferrocarril, desde la escuela preparatoria Alberto C. Culebro hasta el final de la colonia El Relicario, fueron excluidas de los programas de viviendas en el año 2005, lo que dejó a estos residentes en una situación complicada.
La incertidumbre y preocupación se intensifican debido a que se prevé que el gobierno federal procederá a destruir todos los inmuebles ubicados dentro de los 15 metros del límite marcado. Muchas de estas familias tienen entre 6 a 8 miembros, incluyendo niños, y enfrentar la pérdida de sus hogares sin tener a dónde ir es una situación desesperante.
Ante este panorama, las familias de Huixtla hacen un llamado a las autoridades federales para que brinden el apoyo necesario y encuentren una solución adecuada que les permita tener un techo seguro y estable para resguardar a sus seres queridos y continuar con sus vidas en condiciones dignas. La comunidad espera que sus súplicas sean escuchadas y que se encuentre una solución pronta y efectiva para esta situación delicada.