Aún cuando las autoridades eclesiásticas habían pedido a los feligreses evitar aglomeraciones, cientos de católicos sin respetar la sana distancia iniciaron las celebraciones de semana santa con el Domingo de Ramos.
En algunas iglesias católicas de Tapachula, se permitió que a las puertas de sus templos se colocaran vendedores con las palmas que tejen con diversas formas principalmente con la cruz, mismas que son bendecidas en la liturgia.
Al interior de la iglesia, principalmente en la Parroquia de San Agustín, desde muy temprano se concentraron con sus palmas en mano pero desafortunadamente no respetaron los protocolos sanitarios, principalmente, la sana distancia.
La iglesia católica inicia con el Domingo de Ramos la Semana Santa de la pasión del señor, que enmarca el signo de la vida entregada por amor, el significado trata del recuerdo de las palmas y de la pasión de la entrada de Jesús en Jerusalén, con ello gran parte de las iglesias católicas en el mundo.
En ese sentido el Obispo de la Diócesis de Tapachula Monseñor Jaime Calderón Calderón hizo la invitación a los fieles a que participen en los actos, ya sea de manera presencia o virtual según las circunstancias de cada familia ante la contingencia sanitaria.
En su mensaje dominical, el obispo dijo que como iglesia católica se ha dado muestra de que se es capaz de afrontar, con los protocolos prescritos, esta pandemia y existe la confianza de que los sacerdotes y sus respectivos equipos y consejos parroquiales sigan buscando de manera creativa las formas adecuadas para vivir la fe en esta semana santa, sin dejar que la comodidad o el desaliento desvirtúe el sentido de fe que se vive.
"Entramos con una actitud renovada a celebrar estos días santos, como tradicionalmente los conocemos, pero ahora los viviremos en circunstancias muy diversas, los invito a que no sean ajenos a las circunstancias que cada familia parroquial esté viviendo, ante esta todavía presente contingencia sanitaria", abundó.
Asimismo, en el mensaje dominical, el líder religioso de los católicos en la zona, afirmó que en la medida que se acercan las votaciones conviene que los creyentes cristianos católicos tengan más claridad sobre lo que es propio y esencial de la Doctrina Social en el ejercicio de la actividad política y es fundamental que una sana política descanse sobre el reconocimiento de que cada ser humano debe ser reconocido como un hermano o una hermana.
El obispo agregó que se trata de avanzar hacia un orden social y político, cuya alma sea la caridad social sin que el ejercicio político sea la descalificación y la división que daña profundamente el tejido social y deja mayormente expuestos a la problemática misma que se trata de afrontar.
Con respecto a la política migratoria implementada por las autoridades el obispo de Tapachula, indicó que la familia diocesana siempre ha tenido un rostro y un corazón peregrino, migrante y pidió estar siempre atentos y vigilantes de manera que la actitud sea auténticamente evangélica.
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