San Benito, en Puerto Madero, es una de las playas con mayor evidencia de que el mar no cesa. Sigue ganando espacio y quita día a día tierra. El avance del agua salina sobre esta población ha sido de 500 metros desde la década de los 70, afirman investigadores que se han dedicado a estudiar el fenómeno del calentamiento global, que aunque para muchos no es perceptible, existe aunque no se quiera aceptar.
El Centro de Investigaciones con Visión para Mesoamérica, de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), ha advertido que la temperatura del mar está incrementando y es un dato preocupante.
Desde el inicio de 2020 y los primeros días de este 2021, la temperatura mínima ha sido de 26.8 grados centígrados y la máxima de 32, lo que establece como promedio 30.22 grados.
Sin embargo, años atrás, en el 2015, se proyectó que la temperatura promedio en el Golfo de Tehuantepec y toda la región del litoral chiapaneco, estaría entre el 28 y 29 grados para 2020. Es decir, se está por arriba del promedio esperado, lo cual evidencia que los cambios climáticos se han acelerado.
Ante esta situación, se prevé que los riesgos relacionados con el clima para la salud, los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria, el suministro de agua, la seguridad humana y el crecimiento económico, aumenten con un calentamiento global de 1.5 grados centígrados, y que esos riesgos sean aún mayores con el calentamiento global de 2 grados, según ha documentado el Grupo intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.
Por su parte, Vicente Castro Castro, investigador de Visión para Mesoamérica, señaló que en Chiapas es muy baja la importancia que se le da a este tipo de estudios, pese que la Entidad es altamente vulnerable al calentamiento global, según estudios realizados por especialistas.
Apuntó que de los municipios que constituyen la región Soconusco, 12 de 16 son altamente riesgosos y propensos a estos cambios climáticos.
Este fenómeno originará oleaje más intenso, inundaciones y los huracanes serán mas devastadores, por lo que esa barrera será disfuncional para proteger a la población, advirtió el investigador.
“El clima en el planeta se regula a través del océano, las corrientes oceánicas sirven como líneas transportadoras de calor y vapor, por lo que el clima se regula en los océanos, esto es por la superficie que ocupa el agua”, explicó.
Castro Castro dijo que durante el 2020 y en enero de este año, se han realizado 71 mil 351 pruebas a través de un medidor de temperatura del agua colocado mar adentro, cerca de Puerto Madero, donde el mar sigue ganando terreno ante la inconsciencia de los pobladores.