La feria del primer viernes de Cuaresma en territorio mexicano atrae a miles de paseantes guatemaltecos, quienes cruzan el río Suchiate para participar en las festividades y adquirir productos de toda índole. Este intercambio comercial fortalece los lazos entre ambas naciones y contribuye a la economía de la franja internacional de ambas naciones.
El peregrinar de miles de indígenas de Guatemala hacia el poblado de Tecún Umán para venerar al Señor de las Tres Caídas es aprovechado para cruzar el río Suchiate y comprar productos diversos que llegan a vender.
Desde muy temprano los feligreses empezaron a cruzar el río Suchiate e incluso caminando por el bajo nivel de agua que tiene el río Suchiate por la temporada de sequía, así como las fuertes temperaturas que se presentan en estas fechas del año.
Rosa Saquic, platicó que desde hace 25 años se dedica a retratar a las familias que llevan a sus fieles a Tecún Umán y Suchiate, platicó que desde la pandemia las cosas han cambiado, ya no llega la misma cantidad de feligreses.
Aún sigue llegando mucha gente, pero ya no es como antes por el incremento de los precios de los productos que buscan los guatemaltecos y las afectaciones por la pandemia
Añadió que los guatemaltecos llegan de todas partes a venerar al señor de Las Tres Caídas y aprovechan para cruzar el río para realizar sus compras en el municipio de Suchiate.
Precisó que la gente aprovecha también para visitar la feria del municipio de Suchiate y comprar vajillas, alimentos y cualquier tipo de producto que necesiten en sus hogares, pues les favorece el cambio del quetzal.
René Patsan, de San Juan Sacatepequez, dijo que ellos viajaron seis horas para llegar hasta Tecún Umán a venerar al Señor de “Las Tres Caídas” y aprovechan para venir a pasear al municipio de Suchiate desde hace más de 40 años.
“Nosotros estamos acostumbrados a venir a visitar al Señor de las Tres Caídas y a comprar algunas cosas para llevar al otro lado, pues vienen personas de varias partes de Guatemala”, abundó.
Puntualizó que en la iglesia del señor de “Las Tres Caídas” llegan católicos de Honduras y El Salvador, porque le tienen mucha fe y le piden que los proteja de toda mala y enfermedad.