En un ambiente de jubilo y alegria, cientos de fieles católicos de los municipios de Chiapas y de Guatemala, acudieron al Santuario de la Virgen de Guadalupe en Tapachula para cantar "Las Mañanitas" a la Morenita del Tepeyac.
Los festejos en la Villita de Guadalupe, el templo mariano más importante en la frontera sur, coinciden con la llegada de millones de peregrinos a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, con otros actos que se llevan a cabo en diversas ciudades del país.
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Durante todo el domingo, distintas peregrinaciones y procesiones de diversos grupos llegaron hasta la Villita de Guadalupe entonando cánticos de agradecimiento a la morenita del Tepeyac, luego de dos años de haber estado suspendidas por la pandemia del Covid-19.
Los fieles con ofrendas florales y veladoras acuden al templo mariano para venerar a la Virgen del Tepeyac y agradecer por su cuidado o por milagros recibidos en su vida o en sus familias.
En el interior de la Villita de Guadalupe, una multitud de fieles esperaron con paciencia y devoción su turno para acercarse a los pies del altar y rendirle tributo a la Virgen de los mexicanos o también llamada "La Madre de México".
Antes de iniciar las mañanitas y la misa, un grupo de bailarines protagonizaron danzas aztecas y otros bailes en honor a la santísima, mientras cientos de niños, padres y madres que se encontraban al interior graban con sus celulares para no perderse este llamativo detalle.
La misa en su honor y las mañanitas no pudieron faltar durante esta fiesta religiosa, a la que asistieron cientos de personas, entre familias completas, parejas, madres y padres solteros, enfermos, personas de la tercera edad y personas con discapacidad.
Todos agradecieron por un año más de vida, por las bendiciones y milagros que les ha otorgado la "Virgen Morena” por encomendar sus plegarias y fe en ella.
Transportistas y choferes de la empresa General Paulino Navarro, junto con sus unidades de transporte arribaron a la Villita en su tradicional peregrinación para agradecer a la Virgen de Guadalupe por el trabajo y su protección durante el año y por cuidarlos de accidentes en carretera.
Emilio Orduña Morga, presidente del Consejo directivo, afirmó que son más de 50 años de realizar esta peregrinación, lo hacen con fe y devoción porque la virgen ha sido buena con todos.
Maria llegó a la Villita de Guadalupe junto a su esposo y su hijo, contó que su hijo se enfermó hace un año y después de ser llevado ante la virgen mejoró su salud, por lo que para ellos esto fue señal de un milagro.
“Después de traerlo con la virgen no se ha vuelto a enfermar y ahora le enseñamos a nuestro pequeño que tiene que venir como tradición para darle las gracias a la Virgen de Guadalupe por toda la salud de la que gozamos todos los miembros de mi familia", abundó.
Karla, su esposo y su pequeño vestido de Juan Diego arribaron al templo mariano, que movida por la fe y las costumbres que le fueron inculcadas desde pequeña, intenta hacer lo mismo por su propia familia.
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“Es importante agradecer que mi familia esté bien, que mi hijo esté con salud y que no nos va tan mal, por esto y mucho más venimos hoy agradecerle a la virgencita, porque en todo momento nos ha derramado bendiciones", sostuvo.