En la frontera sur de México con Guatemala se vive una crisis migratoria de niñas, niños y adolescentes en movilidad humana que buscan llegar a los Estados Unidos para la reunificación familiar y ayudar a sus familias, consideró Kim Dahl, director de programas de Fundación Misión México en Tapachula.
Precisó que los menores no acompañados es tema preocupante porque en los últimos años ha tenido un incremento de un ciento por ciento que son traficados desde el sur al norte del país con destino a los Estados Unidos, y muchos de ellos son “botados” cuando llegan a ese punto.
“Hay muchos niños que nos llevan literalmente a “somatarnos” (golpear fuerte) las puertas para que les demos alojamiento, pero lamentablemente nosotros solo recibimos niños que nos lleva el Sistema DIF o si los recibíamos de pronto, es porque no deben tener familia en México”, expresó.
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Añadió que el albergue que tienen desde hace 22 años es permanente, ya que una vez que ingresan se quedan con ellos hasta que concluyan el programa de ser personas preparadas académicamente, pues han tenidos niños con ellos que actualmente son médicos, trabajadoras sociales o licenciados.
Precisó que el crecimiento de la llegada de menores de edad acompañados y no acompañados se empezó a reflejar con la aparición de las caravanas migrantes (desde 20219). No porque no llegarán, pero han pasado de 10 a 100 y a la fecha es mucho mayor el flujo de menores que llega a esta zona.
Mencionó que se está quedando rebasados por la gran cantidad de personas en contexto de movilidad que hay en Tapachula, ya sean familias o menores de edad que están desprotegidos en la frontera sur de México.
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“Tener un numero preciso de cuántos menores llegan es complicado, porque hay redes del crimen organizado que los recogen y no nos damos cuenta, pero estamos hablando de incrementos de cien por cientos que ha crecido”, abundó.
Señaló que para atender a los menores de edad se requiere de mayor infraestructura, más albergues, pues los pocos que existen y que son de asociaciones civiles, se están quedan cortos para atender la cantidad de menores que llegan, principalmente a Chiapas en esta ciudad de Tapachula. Indicando que las autoridades sabían que esto iba a pasar y no previeron o no quisieron prepararse para enfrentar la crisis migratoria de niñas, niños y adolescentes, ya que según los datos oficiales en mayo habían más de 30 mil menores en situación irregular en México.
Puntualizó que hace falta que el gobierno federal, estatal y municipal inviertan para construir y proveer a los albergues, a fin de que los niños puedan ser acogidos para posteriormente procesarlos de manera íntegra y enviarlos a un lugar seguro.