El primer semestre del 2022, el consumo de de alcohol, marihuana y otras drogas ha aumentado 30 por ciento entre adolescentes y jóvenes de Tapachula, situación que preocupa a especialistas del área de la salud.
Y es que derivado de la presunta intoxicación de un joven estudiante de preparatoria al ingerir galletas con dosis de alguna sustancia enervante, que le fue obsequiada como galleta artesanal, especialistas advierten peligros por el consumo de estos postres, los cuales pueden ser mortales.
La directora del Centro de Integración Tapachula (CIJ), Ana Lidia Ovando Gordillo, afirmó que esta práctica de enganchar a los jóvenes hacia las adicciones no es nueva, pues a nivel nacional se han presentado casos en los últimos días, que llegan a México tras la influencia de Estados Unidos donde el 75 por ciento de sus Estados está permitido el consumo de cannabis.
Dijo que el consumo de drogas a través de postres se da principalmente por curiosidad, sin embargo, el ingerirlas aumenta los riesgos de intoxicación y efectos psicológicos que pueden otros problemas a la salud mental, todo bajo el disfraz de un postre delicioso.
"Este tipo de postres con marihuana, principalmente, no es cualquier cosa tienen consecuencias muy fuertes para la salud, muchos de los jóvenes que consumen estos productos terminan en el hospital por no tener conocimiento del grado de las drogas que llevan en cada pastelillo", abundó.
Señaló que ante tales condiciones que se presentan en los jóvenes, es muy importante tener conocimiento de que estos productos pueden llegar a cualquier institución de la región Soconusco, por lo que, se debe involucrar en el tema a los padres de familia, autoridades educativas y alumnos para alertar a los jóvenes.
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Indicó que sobre lo que se ha hablado del consumo de galletas, pastelillos y dulces con mariguana, el que llegue hacia los centros escolares, tiene una responsabilidad compartida, entre las autoridades policiales que deben vigilar que no haya distribución de estos productos, pero también de los padres de familia, la sociedad civil y los mismos alumnos.
Remarcó que de acuerdo a las atenciones que brindan, el consumo de alcohol, marihuana y otras sustancias en adolescentes paso de 6 a 8 de cada 10 pacientes que acuden en busca de ayuda, sin embargo, las cifras podrían ser mayores, ya que muchos no perciben su consumo como perjudicial.
Puntualizó que es alarmante que además del consumo de alcohol, marihuana y cocaína, ha crecido el consumo del cristal en esta región, la cual se trata de una metanfetamina altamente adictiva que estimula el sistema nervioso central provocando euforia y excitación.
Subrayó que las edades de mayor prevalencia de consumo de sustancias oscila entre los 12 a 19 años, sin embargo, se han detectado y atendido casos de menores por problemas con las drogas desde los 9 años de edad, por ello la preocupación.
Finalmente pidió a los padres mantener una comunicación constante, vigilar la conducta o comportamiento de sus hijos, ya que están en una etapa donde buscan ser incluidos en grupos de amigos o de cambios de emocionales que los hace más susceptibles a entrar en contacto con el alcohol y drogas.