Desde el inicio del gobierno de la cuarta transformación el campo chiapaneco se encuentra en abandono, por lo que ante la falta de apoyos los productores luchan con sus propios recursos para mantener sus cultivos.
Y es que aunque el gobierno federal proclama el presupuesto para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), de 55 mil 789 millones de pesos para 2022, un aumento de 13 por ciento respecto al 2021, equivalente a 6.5 mil millones de pesos, la realidad es que el 70 por ciento del aumento son para los dos programas prioritarios de la administración federal (subsidios de fertilizantes y compra de leches).
A pesar de que Chiapas es de los principales productores a nivel nacional de café, soya, rambután, palma de aceite, mango Ataulfo, y cacao, los productores sufren por el abandono gubernamental, ya que desde el 2018 quedaron sin apoyos e incentivos.
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El presidente de la cooperativa Unidos para estar bien, Ismael Gómez Coronel, afirmó que en Chiapas hay 170 mil productores dedicados a las caficultura, de los cuales el 95 por ciento solo cuentan con una hectárea de cultivo, por lo que su actividad es indispensable para subsanar las necesidades básicas de sus familias.
Dijo que al contar con una pequeña extensión de terreno, los productores no pudieron acceder a programas federales como Sembrando Vida , por lo que han quedado en el abandono y sin apoyos para mantener la producción.
Señaló que la caficultura ha sobrevivido por el esfuerzo de los productores, por lo que el gobierno debería inyectarle apoyo y programas que permitan a los campesinos continuar con sus actividades, ya que el cultivo es biodiversidad, medio ambiente, generador de empleos y de divisas.
Detalló que la producción del aromático grano en México en los últimos años pasó de 8 millones de quintales a 1.6 quintales en cada temporada de cosecha, cuya caída ha sido propiciada por la falta de apoyos y a la presencia de la roya naranja.
Por su parte, el representante del Sistema Producto Oleaginosas en Chiapas, César Ozuna Estudillo, dio a conocer que la producción de soya ha caído de manera considerable tras la eliminación de programas federales.
Enfatizó entre los programas que les quitaron están: incentivo a la producción, el ingreso objetivo, seguro agrícola, y apoyo de diésel, los cuales beneficiaban directamente a los productores, es decir sin intermediarios, por lo que es injusto que se hayan quedado fuera de todo apoyo que pudiera mejorar sus condiciones en el campo, ya que de por sí la situación era negativa, ahora lo es más.
El incentivo a la producción era un recurso que se le otorgaba, hasta el sexenio pasado, a los productores para estimular el esfuerzo en su cosecha, y el ingreso objetivo, era para garantizar la comercialización a un precio objetivo, es decir, con este programa se evitaba la comercialización con los coyotes
Indicó que ante la falta de apoyos, la áreas de siembra pasaron de 14 mil a 8 mil hectáreas y la cosecha pasó de 27 mil a 15 mil toneladas al año, por lo que lamentó la postura del Gobierno Federal de descapitalizar al campo al eliminar los programas e incentivos.
La misma situación ocurre con los productores de rambután, considerado como una de las siete frutas exóticas en el mundo, dónde el Soconusco es el principal productor a nivel nacional, sin embargo, ni siquiera son reconocidos por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
El Presidente de la Asociación Agrícola de Productores de Rambután, Alfredo López García, afirmó que cada año se cosecha entre 25 mil y 30 toneladas de fruta en el Soconusco, cuyo sector genera una derrama económica de más de 600 millones de pesos.
Subrayó que a pesar de la falta de apoyos por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, el rambután se ha convertido en uno de los sectores más importantes, gracias al esfuerzo propio de los productores quienes han logrado abrir sus propios canales de comercialización.
En la misma sintonía, El Presidente del Consejo Nacional de Palmicultores en México, José Luis Méndez Hernández, lamentó la marginación que vive este sector por parte de la federación, sin embargo, la producción de palma de aceite se ha posicionado en Chiapas, de cuyo sector dependen 5 mil familias en la entidad.
"Las autoridades no quieren reconocer a este cultivo, incluso comparten información infundada de que la palma erosiona los suelos porque consumo mucha agua, lo cual es falso, ya que a través de estudios hemos comprobado que el banano y la papaya requieren mayor recurso hídrico", abundó.
Remarcó que Chiapas es el principal productor de palma, y es que cada año la producción alcanza las 600 mil toneladas de fruta, con una extensión de siembra de más de 50 mil hectáreas, equivalente al 55 por ciento de la superficie establecidas en el país.
El entrevistado reconoció que las autoridades federales no le han dado la importancia a este cultivo, el cual es generador de una derrama económica superior a los mil 600 millones de pesos y de fuentes de empleos para las familias campesinas.
En el caso del cultivo del mango Ataulfo, los productores tampoco cuentan con apoyos para elevar la producción cada año, sin embargo, han logrado posicionar la fruta en el mercado nacional e internacional.
El presidente del Consejo Regulador de la Calidad del Mango Ataulfo, Alfredo Cerdio Sánchez, sostuvo que cada año se cosechan entre 100 y 150 mil toneladas de fruta, cuya derrama económica es superior a los 750 millones de pesos en el Soconusco, lo que demuestra la importancia que tiene este cultivo en la zona.
Mencionó hace falta mayor disposición del Gobierno Federal para reactivar la producción, sobre todo en el combate de plagas, como la mosca del Mediterráneo, la cual representa una amenaza fitosanitaria.
Finalmente, el presidente del Consejo Regional de Cacaoteros del Soconusco, David Casimiro Gutiérrez, acotó que como resultado del desinterés de las autoridades, el sector cacaotero se encuentra en el abandono y en crisis debido a la falta de apoyos y a las afectaciones por la Moniliasis.
Manifestó que de 8 mil hectáreas de cacao que había hace 10 años, actualmente apenas alcanzan las 4 mil hectáreas, ya que no solo se están perdiendo los sembradíos por la plaga sino también por la caída de los precios y la falta de apoyos.
En el caso de los productores de banano, son un sector más fortalecido y organizado, lo que ha permitido ser punta de lanza en la producción y exportación de la fruta, y el único apoyo que solicitan periódicamente es el dragado de Puerto Chiapas, de donde envían en promedio 5 mil toneladas semanalmente a Estados Unidos.