Migrantes haitianos que están varados en Tapachula han optado por convertirse en traductores de sus connacionales en carnicerías y otros negocios del mercado Sebastián Escobar, a continuar su camino hacia Estados Unidos luego de saber que corren el riesgo de al ingresar ilegales sean deportados hasta su país de origen, como ha pasado con algunos de los que alcanzaron a llegar al Norte y cruzaron Texas.
Los migrantes o solicitantes de asilo que laboran en el centro de abasto ofrecen los productos que venden los carnicerías en francés, inglés o criollo haitiano (criolle), pues es la lengua que habla la mayoría de esta población caribeña varada en frontera sur.
El idioma ha sido la principal barrera para poder integrarse a la sociedad tapachulteca y obtener un trabajo, pero ahora ya encontraron una opción para estar en la ciudad y poder ganar dinero mientras esperan sus trámites migratorios.
Puedes leer: La citas en la Comar tienen un costo y no tenemos el dinero: haitianos
Los haitianos reciben un salario de 200 a 400 pesos al día de propietarios de las carnicerías que han optado por contratarlos por la gran cantidad de migrantes que hay de esa nacionalidad y que están generando derrama económica, porque no saben hablar criollo haitianos, inglés o francés.
Watson, es uno de ellos y actualmente ahora trabaja en la carnicería “La Fama” como traductor ya que por el momento prefiere quedarse en Tapachula y no seguir su camino en busca del Sueño Americano ante la violencia que han recibido sus connacionales de la patrulla fronteriza de los Estados Unidos.
“Acá me están tratando bien, me pagan por lo que hago, me dan mi comida, agua, por ello, prefiero quedarme, acá esperaré mis papeles y no seguir más a los Estados Unidos”, expresó.
Explico que salió de Argentina, porque el permiso que tenia se le venció, por ende, ahora busca ayuda de la Comisión Mexicana de Ayuda o el Instituto Nacional de Migración en esta ciudad.
En este mismo mercado nos topamos con Cheney “N”, quien dijo tiene dos meses en la ciudad y cinco días de trabajar en otra carnicería del mercado como traductor ofreciendo carne de res y puerco a sus connacionales que llegan a realizar sus compras a este centro de abasto, para posteriormente vendar comida de forma ambulante.
Al igual que Watson, para él llegar a los Estados Unidos ya no es una opción y prefirió ocuparse en este lugar, esto, mientras espera su protocolo de Comar o el INM para viajar al Centro del país y ahí buscar un mejor trabajo.
“En Estados Unidos está feo, ya no quiere ir para allá, pero sí buscaré otro lugar en México donde pueda trabajar y ganar un poco más para ayudar a mi familia, aunque doy gracias a las personas por darme esta oportunidad laboral”, finalizó.