Son las 03:25 de la madrugada y un sonido ronronea en el cielo de la frontera sur, en el área de Tuxtla Chico, el primer y último municipio de México.
Casi nadie lo advierte, sólo algunos cuantos que no concilian el sueño.
Un aparato sobrevuelan en la zona en línea recta, atraviesa este poblado y después se pierde.
El sonido queda atorado en el cielo y en los oídos de quién lo escuchó, el eco es imposible no percibirlo.
Desde a mediados de este 2020, habitantes de esta mancha urbana han percibido la presencia de aeronaves pequeñas que atraviesan la zona, en horarios en los que ni los pájaros vuelan.
La situación ha provocado alarma, ante la posibilidad que pueda tratarse de acciones ilícitas como el trasiego de drogas, que pone en riesgo la seguridad.
Don Anibal se va todos los días a las 5:00 de la mañana a trabajar al campo. Es encargado de un rancho en la carretera internacional Tapachula - Talismán, pero antes de coger sus cosas se toma un desayuno, se baña y se acicala para irse a bordo de su camioneta Ford noventera.
Pero la madrugada del lunes 23 de noviembre su rutina se ha visto entorpecida por el ruido de otro de esos aparatos que, en términos muy delicados, se trata de un Objeto Volador No Identificado (OVNI).
“Quien vuela a esas horas, nadie, solo los que andan haciendo cosas chuecas, aquí ni fumigan vía aérea así que no hay de otra más que gente que anda cruzando cosas”, revela el sexagenario.
A plena luz del día también se puede observar avionetas que surcan por este municipio y comunidades aledañas, a veces a raz de pueblo y muchas otras por encima de toda posibilidad de poder observarlas con detalle.
En la Avenida Aldama, el gruñir del cielo ha provocado expectación entre los avecindados, que refieren las autoridades deberían revisar esta situación.
Chiapas, en su franja fronteriza, es paso obligado de narco avionetas que vienen o van de Sudamérica.
Guatemala ha reportado en lo que va del año la caída de 33 artefactos, de los cuales al menos 28 están relacionadas con prácticas ilícitas de drogas. Utilizan este país como Puente entre Norteamérica y el sur del continente.
De esas aeronaves que sucumbieron en el aire, la mayoría tuvo que pasar por Chiapas, sin registrarse en un radar de las autoridades mexicanas.
Vuelan a cielo libre, sobre una zona que tiene los campos y cultivos para fumigar a más de 25 kilómetros, ya cerca de Suchiate, y sin aeródromos sobre esta mancha poblacional que pudieran indicar un aterrizaje en la zona.
Estas aeronaves, a más de alguno le quitan el sueño, como a don Anibal.