Tinta y resistencia: Trayectoria de las primeras mujeres tatuadoras en Tapachula

Tres mujeres tatuadoras pioneras en Tapachula superaron obstáculos y estigmas para establecerse en un campo dominado por hombres, en una ciudad donde el prejuicio por los tatuajes aún no desaparece

Beriah Jiménez | Diario del Sur

  · viernes 9 de febrero de 2024

Ani Benitez tatuando el abdomen a una clienta/ Foto: Cortesía | Zarape Tatto

En Tapachula, destacan tres talentosas mujeres: Anahí Benítez (Ani) con más de 6 años en el oficio, Adela Arrollo (Adele Cherry) quien lleva un año y Susana Martinez (Susy) con casi dos años de experiencia, han trazado una línea audaz en la historia del tatuaje local. En una entrevista exclusiva para el Diario del Sur, compartieron sus historias.

Ellas forman parte del equipo Zarape Tatto. Este estudio, liderado por Ani (propietaria) y su pareja, "El Zarape" (fundador) fusiona el arte del tatuaje con la pasión y la artesanía, enraizado en la tradición mexicana.

Señalan que no solo han perfeccionado su técnica a lo largo de los años, sino que también han buscado incansablemente oportunidades para crecer. Han participado en exposiciones, eventos y han recibido reconocimientos por su dedicación y constante búsqueda de conocimiento. Recientemente, lanzaron una convocatoria destinada a mujeres que desean adentrarse en el mundo del tatuaje como artistas.


Ani Benítez, nos comentó que desde su infancia, sintió una fuerte atracción hacia diversas formas de expresión artística. Sin embargo, las expectativas sociales la llevaron por un camino diferente, convirtiéndola en una empleada de oficina. Como madre soltera, enfrentó numerosos desafíos para equilibrar su trabajo con su vida personal. La falta de realización en su carrera y la presión laboral la llevaron a un punto de inflexión, donde decidió seguir su verdadera pasión: el tatuaje.


Uno tiene que tomar las riendas de su propia vida. Si quiero progresar, debo hacerlo por mí mismaAni Benitez, tatuadora

Su determinación la llevó al estudio Zarape Tatto, donde inicialmente encontró resistencia debido al estigma persistente hacia las mujeres tatuadoras. Sin embargo, con perseverancia y habilidad demostrada, Ani conquistó su lugar en la industria del tatuaje, desafiando los prejuicios de género y abriendo camino para futuras generaciones de artistas mujeres. Su estilo de tatuajes preferidos son fineline, bosquejos y geométricos.

Susy Martinez, Adele Cherry y Ani Benitez, tres mujeres tatuadoras en Tapachula/ Foto: Beriah Jiménez | Diario del Sur

A lo largo de su carrera, ha enfrentado críticas y discriminación, pero se ha mantenido firme en su camino. Con el tiempo, ha ganado el respeto de sus colegas y clientes, consolidando su posición como una talentosa tatuadora en constante evolución.

Adele Cherry, por su parte, compartió su propia travesía. Desde temprana edad, supo que su amor por el arte y su deseo de llenar su piel con tatuajes eran dos pasiones que la definían. Sin embargo, debido a diversos obstáculos, incluida la creencia de que "no podría ganarse la vida como tatuadora", se vio obligada a posponer sus sueños y optó por seguir una carrera académica. Aunque disfrutaba de su profesión, no encontraba la misma plenitud que el arte del tatuaje le proporcionaba.


Mi vida corporativa no me satisfacía. Probé varios trabajos, pero ninguno me llenaba realmente, ninguno me hacía felizAdele Cherry, tatuadora


Adele Cherry, comenzó como tatuadora desde hace más de un año/ Foto: Cortesía | Zarape Tatto

Fue entonces cuando decidió buscar a Ani, quien la guió y capacitó en el arte del tatuaje. Aunque al principio dudaba de sus habilidades, el apoyo brindado aumentó su confianza para perseguir su pasión. Hoy en día, Adele lleva un año ejerciendo oficialmente como tatuadora, demostrando que con determinación y esfuerzo, los sueños pueden hacerse realidad. Cherry menciona que ahora su estilo favorito es el tradicional, pero también disfruta del blackwork y el fineline.


Para Adele, la transición hacia la vida como tatuadora ha sido más fluida, pero no exenta de desafíos. Reconoce la valentía y el sacrificio de Ani, quien allanó el camino para que otras mujeres siguieran sus pasos.

"Ani tuvo que enfrentar obstáculos que yo no experimenté. Demostró que las mujeres también podemos destacar en este campo", expresó.

Susy Martínez también compartió su experiencia en la entrevista, revelando que siempre le llamó la atención el arte del tatuaje, aunque al principio le generaba cierto temor. Sin embargo, al surgir la oportunidad, decidió aprovecharla y ha estado involucrada en esta profesión durante año y medio, siempre en constante aprendizaje.

Susy Martínez se enfoca en practicar para mejorar su técnica de tatuaje/ Foto: Cortesía | Zarape Tatto

En cuanto a su estilo de tatuaje preferido, mencionó que actualmente está explorando y aprendiendo de todos, pero que se inclina más hacia el estilo tradicional.

Al igual que sus compañeras, Susy ha enfrentado desafíos en su camino, especialmente lidiando con los prejuicios de su familia, personas ajenas y trabajando para ganarse la confianza de sus clientes. Aún con obstáculos y la discriminación ocasional que ha enfrentado por ser mujer en la esta industria, asegura que se enfoca en mejorar su arte e ignorar los comentarios negativos.


En la sociedad local, las tatuadoras perciben que la aceptación del tatuaje ha ido en aumento, aunque aún persisten ciertos estigmas.

Están decididas a crear un espacio seguro y acogedor para todas las mujeres, ya sean tatuadoras o clientes. Su objetivo es erradicar las prácticas abusivas y el acoso que algunas mujeres han enfrentado en el pasado, garantizando que todos se sientan respetados y protegidos en su estudio.

En un mundo donde los tatuajes son cada vez más aceptados como formas legítimas de expresión personal, Ani, Adela y Susy están a la vanguardia de un movimiento que desafía los estereotipos. Con cada pieza que crean, están dejando una marca indeleble en la historia del arte corporal en la ciudad.