La Iglesia Bautista ubicada a un costado del parque Bicentenario, no solo ofrece el pan espiritual a los fieles, sino también otorga apoyo con alimentos a los migrantes que duermen y acuden a este espacio recreativo.
Cada domingo, los líderes y fieles de dicha Iglesia comparten el pan con hombres, mujeres, niños y adolescentes extranjeros que salen de sus países de origen por cuestiones económicas, violencia o persecución política.
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Miles de centroamericanos y sudamericanos caminan la ruta migratoria hacia el Soconusco y aquí la Iglesia brinda ayuda alimentaria para las personas en movilidad humana.
Los migrantes están expuestos a muchos peligros en su incierta travesía por las condiciones climáticas y la violencia que pueden sufrir en su tránsito del sur al norte del país, con la intención de llegar a los Estados Unidos.
Por ello, los creyentes ven la importancia de brindar ayuda a los hermanos migrantes que están varados en la ciudad, por lo que “la Iglesia continuará brindando ayuda hasta donde les de la fuerza, ya que la responsabilidad no es de nosotros”.
Por otra parte, los habitantes consideran que al Gobierno Federal no le interesa el tema migratorio y tiene en el abandono a esta frontera sur.
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