La venta excesiva de bebidas embriagantes se ha acentuado en las márgenes del Río Suchiate, sin que autoridad alguna corrija esta situación o acabe con cantinas que se han posicionado del lado de Ciudad Hidalgo.
Peor aún: la venta y consumo de alcohol se efectúa frente a elementos de la Guardia Nacional, que son indiferentes ante el ambiente hostil que está Orta rica genera en el perímetro.
Ya en ocasiones anteriores la presencia de sujetos bajo los efectos del alcohol ha generado que mujeres se sientan inseguras o sean molestadas por dipsómanos, que lejos de evitar tener contacto con las que personas que pasan por allí en busca de ascender a una balsa o avanzar hacia la cabecera municipal de Suchiate, molestan a las personas y generan descontento.
El sitio se ha convertido en un muladar donde la ley que impera es de los vendedores de alcohol, que improvisaron chozas o galeras para le venta de cervezas a cualquier persona que llegue con el fin de consumir y embriagarse.
La música también se mantiene a todo volumen, generando contaminación ambiental y escándalos que sorprenden a quienes por primera vez llegan por esta vía a territorio mexicano.
Lee también: Disminuye vigilancia en la ribera del Río Suchiate
Hasta entonces, los vendedores de cerveza argumentan que cuentan con el permiso municipal para laborar de esta forma, pero se trata de áreas federales que deberían ser resguardadas y evitar a toda costa tintes de inseguridad, como ocurre en esta ocasión.
Los ebrios sujetos conviven y molestan a personas en las narices de la Guardia Nacional y de elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), que están a la caza de extranjeros vulnerables.
El problema mayor es por las tardes- noches, cuando la oscuridad asedia en el sector y genera aún más inseguridad, ya que los militares se mueven del punto y el sitio queda solitario, sin nadie que pueda prestar auxilio a mujeres y otras personas que estén en riesgo de ser violentadas.