Las comunidades de la zona baja en Tapachula, carecen de lo más elemental en una sociedad como es la comunicación, ya que los habitantes de esta zona, no tienen forma de pedir apoyo en una emergencia médica o policiaca, por lo que solicitan a las autoridades gestionen ante las empresas para instalar antenas de telefonía.
Son varias comunidades las que a diario carecen de la herramienta de la comunicación o del internet, entre ella, Segunda sección de la Cebadilla, Lagartero, Los Toros, Reforma, Conquista Campesina, Cantón Leoncillos, Morelos, 20 de Noviembre, Primera y Segunda Sección de Tinajas, entre otras, con una población aproximada de 7 mil personas.
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Esto impide a que, entre otros asuntos, que los niños y jóvenes no se desarrollen en el sistema de clases a distancia o en línea, por lo que, desde hace más de 8 años, han venido pidiendo esa petición a las autoridades, pero no lo han conseguido.
En entrevista, Isabel Cancino Santiago, quien vive en la segunda sección de La Cebadilla, comentó que la comunicación vía telefónica es fundamental, debido a las condiciones que se suscitaron recientemente por la pandemia, en el que prácticamente todas las actividades escolares se remitían al uso de esta tecnología, sin embargo, lamentablemente se carece de ella.
Dijo que se han presentado algunas emergencias y no tienen cómo informarlo a las autoridades policiacas ni de socorro, como lo sucedido hace algunos días, en que hubo hechos delictivos en la comunidad y no se halló la forma de cómo informar a la policía municipal.
Indicó que esta situación hace que los cientos de familias que habitan en la zona baja de Tapachula estén en el desamparo ante cualquier eventualidad que se pudiera presentar, por lo que pidió a las autoridades de los tres niveles de gobierno, gestionar ante las empresas de telecomunicaciones, para que inviertan en infraestructura en estas comunidades marginadas.
Finalmente, los habitantes de esta zona, aseguraron que parte del trabajo o las obligaciones del gobierno es vencer la marginación en la que viven las familias de las comunidades rurales, y la comunicación es un aspecto fundamental para contrarrestar la vulnerabilidad en la que a diario se encuentran.