Para los primeros días de marzo se prevé el aumento de 2 pesos en el kilogramo de tortilla, luego del anuncio del incremento de la tonelada de harina, lo que será un duro golpe en el ya muy dañado bolsillo familiar.
El presidente del consejo de Industriales de la Masa y la Tortilla en Tapachula, Alejandro Ricaldi Jiménez, afirmó que el incremento injustificado de la tonelada de harina de nixtamal por parte de las empresas Maseca y Minsa provocará que el kilogramo del producto esencial en las mesas tapachultecas podría pasar de 22 a 24 pesos en las 500 tortillerías que hay en la ciudad.
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Dijo que de manera inesperada las empresas dedicadas a la comercialización de harina aumentarán mil 250 pesos a la tonelada, en el caso de Maseca y Minsa subirá mil 500 pesos a este insumo para inicios de marzo, por lo pasará de 17 mil a 18 mil 250 y 18 mil 500 pesos la tonelada respectivamente.
Señaló que el gobierno federal había anunciado que la harina de nixtamal no subiría tras acuerdos con los empresarios, sin embargo, no se cumplió, además, el maíz no ha presentado ninguna variación en su precio por lo que no hay razones para tal incremento de este producto.
Indicó que tras esta situación en los próximos días los industriales de la masa y la tortilla se reunirán en Tuxtla Gutiérrez para hacer un frente común y exigir al gobierno federal poner un alto a tal incremento, ya que se lacerará aún más la economía familiar.
"Estamos tocando puertas para que se pueda poner un freno y no se dé este incremento ya que de lo contrario nos veríamos obligados a subir aproximadamente 2 pesos al kilogramo de tortilla, cuya situación afectaría sin duda alguna la economía de las familias", abundó.
Puntualizó que estos incrementos injustificados por parte de las dos grandes empresas ahoga también a los industriales de la masa y la tortilla, quienes tienen que competir con los supermercados, en donde venden el kilogramo de este producto mucho más económico, por lo que podría generar también un cierre de negocios.
El entrevistado mencionó que con estos constantes aumentos en el precio del kilogramo de la tortilla se está matando a la "gallina de huevos de oro", ya que las familias se ven imposibilitadas de pagar ese precio y prefieren irse a los supermercados, situación que afecta la economía de los empresarios tortilleros, quienes también son generadores de fuentes de empleo.