El grupo Jóvenes de Corazón, conformados en su mayoría por adultos mayores y algunos jóvenes con raíces indígenas que a través de diversas actividades realizan un esfuerzo por mantener vivas las manifestaciones étnicas culturales, exigieron a las autoridades dejen atrás discursos y buenas intenciones y den el verdadero impulso y el rescate a la cultura Mam.

En entrevista, la vocera de la agrupación, Ángela Camel Ortiz expuso que la agrupación mantiene constante renovación a fin de mantener viva una trayectoria artística con bailables, eventos musicales, poesía sin dejar de lado los rituales de este grupo, pero persiste la falta de interés de las autoridades de los tres órdenes de gobierno.

Dijo que las autoridades no invierten en el rescate de la identidad de los pueblos ancestrales y se muestran apáticos para la conservación de la riqueza cultural que se ha ido perdiendo poco a poco con el paso del tiempo.

Lamentó que para el festival que recientemente llevaron el pasado fin de semana para conmemorar los 41 años de la agrupación no tuvieron apoyo de la autoridad municipal en turno y reconoció que no ha sido solo en esta ocasión sino durante todo el periodo de la administración municipal que está por terminar.

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“Nosotros hemos buscado muchos canales de ayuda en el gobierno, pero nos ha sido difícil, aun así, jamás nos hemos desilusionado y seguimos presentándonos en otros escenarios con nuestros propios recursos económicos”, expresó.

Detalló que este grupo actualmente tiene 20 integrantes, entre ancianos de la primera generación, la segunda y algunos jóvenes de la actual que es la tercera generación interesada en rescatar nuestras costumbres y tradiciones.

Cabe mencionar que en el ejido Santo Domingo, lugar de donde es originario el grupo cultura “Jóvenes de Corazón”, existe un tesoro indígena viviente llamado Nicolás Ventura, es el único maya hablante, que ha entregado toda su vida al rescate de la lengua Mam, sin embargo, ninguna autoridad ha sabido valorar este legado cultural.

La cultura Mam se mantiene viva en gran parte del altiplano de Guatemala y municipios como Mazatán, Mapastepec, Motozintla, Mazapa de Madero, Cacahaotán, Unión Juárez y Tapachula, la mayoría en la sierra chiapaneca.