El kiosco era una cafetería a cargo del DIF Municipal, para así obtener recursos y usarlos en programas sociales, ahora no funciona.
Desde hace más de ocho meses, el kiosco y la cafetería que se encuentra en el parque Bicentenario de Tapachula, se ha convertido en un elefante blanco, que sólo sirve para que personas sin escrúpulos utilice el lugar para tener relaciones sexuales, dejar basura o restos de orina.
El kiosco en tres administraciones municipales se mantuvo abierto al público, y ahí se ofrecia alimentos, así como café, desde las 8 a las 8 de la noche, sin embargo, ahora el lugar se mantiene cerrado, y sólo las bancas están disponibles para la población.
La inoperancia del kiosco y cafetería, ha provocado que las instalaciones comienzan a tener daños, parte del azulejo comenzó a levantarse por la falta de mantenimiento, además los toma corrientes han sido destruidos.
En la parte alta del kiosco, lugar que era ocupado como escenario para la marimba municipal de la ciudad, personas desconocidas dejan bolsas de basura, restos de alimentos, además de botellas de plástico con orina.
El lugar, que es uno de los pocos atractivos que tiene el parque, se ha convertido también en hotel de paso, ya que hace meses atrás, en redes sociales se difundió a un pareja que tenía relaciones sexuales, esto ante la mirada de los curiosos.
Ante esto, autoridades municipales deberán reactivar ese lugar, para que se convierta en un espacio cultural, digno de los tapachultecos y agradable para los visitantes locales, estatales, nacionales y extranjeros que nos visitan.