Los sistemas aduanales de la frontera sur de Chiapas, ubicados en los municipios de Ciudad Hidalgo, Tuxtla Chico y Villa Comaltitlán, son inoperantes y prácticamente solo sirven de estorbo, ya que le ponen muchas trabas a las personas que envían paquetería o productos al interior del país, pero no frenan el contrabando de mercancías.
Abel Ruiz Méndez, representante de Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), en el Soconusco, arremetió contra el Servicio de Administración Tributaria (SAT), autoridad responsable las aduanas, que en lugar de intervenir para evitar todo el contrabando que ingresa de Guatemala a México, complican todo el proceso de envío y recepción de mercancías o productos.
Dijo que estos lugares solo sirven para estorbar a quienes realmente quieren traen y mandan mercancías tanto de Centroamérica como al interior del país, ya que piden hasta "las perlas de virgen", pese a comprobar la legalidad de los productos.
Mientras que por debajo del río Suchiate a unos metros de las aduanas de Talismán y Suchiate pasan cientos de toneladas de productos de manera ilegal y el personal no hace nada para frenar esta práctica, señaló.
El también productor de marañón, enfatizó que el contrabando que pasa por el río Suchiate, es tan descarado que tal parece que estuviera autorizado por las mismas autoridades; pero, quienes intentan hacer las cosas de manera legal son un sinfín de trámites.
"Las aduanas son un estorbo para quienes enviamos productos de manera legal, porque hay muchas trabas en cuanto a los trámites, mientras que por el Suchiate pasan cientos de toneladas de mercancía y ahí se hacen de la vista gorda", abundó.
Abel Ruiz, indicó que el envío de un producto al interior del país, puede resultar contraproducente por el impuesto que cobra la aduana, cuya situación lacera la economía de los productores quienes comercializan sus productos agrícolas a otros estados.
Asimismo, detalló que, comprar un producto por aplicación y que este salga defectuoso es un verdadero caos, por el tema de la factura, cuya situación es lamentable, ya que se afecta a quienes hacen las cosas bien, pero no a los contrabandistas.
"Esos son tan algunos ejemplos de las trabas, burocracia y complicaciones que pasa una persona en la aduana, mientras que el tráfico de productos está a la vista de todos sin ningún impedimento", sostuvo.