El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), y la Secretaría de Salud de Chiapas implementarán el proyecto Vía de Atención Integrada para la Mejora de la Salud Materna, Neonatal e Infantil, cuyo objetivo es impactar en la asistencia médica que se brinda a la mujer embarazada y el recién nacido a través de un diferenciador clave que es la organización, es decir, la coordinación entre los diferentes servicios y las unidades implicadas en su atención.
En reunión de trabajo donde se dio a conocer que este programa piloto se pondrá en marcha en los estados de Chiapas y Puebla, el encargado de despacho de la Secretaría de Salud del estado, Francisco Arturo Mariscal Ochoa, aseguró que la entidad cuenta con una red de servicios suficiente para aplicar esta nueva metodología que se destaca por poner como eje central a la paciente.
Asimismo, dijo que las áreas de Salud Pública y Calidad de la dependencia a su cargo, así como la Coordinación Estatal del Servicio Nacional de la Salud Pública y los Servicios de Salud IMSS Bienestar, que tienen bajo su directriz más de 900 unidades médicas, están comprometidos con este proyecto cuyo propósito es contribuir a la disminución de la mortalidad materna y neonatal.
Por su parte, el investigador de Ciencias Médicas del INSP, Pedro Saturno Hernández, explicó que como programa piloto, esta estrategia se implementará inicialmente en el Distrito de Salud número I, donde se tiene contemplada la participación de todos los niveles de atención: parteras y casa de salud Rivera Cupía (nivel comunitario), centro de salud Chiapa de Corzo (primer nivel), Hospital Básico Comunitario de Chiapa de Corzo y Clínica para la Atención de Parto Humanizado Tuxtla (segundo nivel) y Hospital Regional “Dr. Rafael Pascasio Gamboa” (tercer nivel).
Mencionó que esta vía de atención para la mejora de los servicios enfocados al binomio madre-hijo, se caracteriza por ser integral y coordinada, cuyo modelo se basa en tres componentes: sistema de atención materno-infantil, sistema de vigilancia perinatal y sistema de monitoreo de la calidad, donde además de optimizar la capacidad de los niveles de atención, se evaluará la práctica clínica y se analizarán indicadores, para la toma de decisiones y establecer planes de mejora.
Saturno Hernández manifestó que este modelo de atención y vigilancia epidemiológica ha arrojado experiencias enriquecedoras que inciden en el mejoramiento de la salud materna y neonatal, entre ellas, que durante una cirugía de cesárea sí se puede iniciar la lactancia materna y el contacto piel con piel.
En esta reunión de trabajo estuvieron presentes la investigadora en Ciencias Médicas del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas, Iraís Yáñez Álvarez; el coordinador estatal del Servicio Nacional de Salud Pública, Alam Porfirio Campos Cruz; la directora estatal de Salud Pública, Leticia Jarquin Estrada; la jefa del Departamento de Programas Preventivos del IMSS Bienestar, Raquel Ramírez Alfaro; la jefa del Distrito de Salud número I, Brenda Guadalupe López Paniagua; entre otras autoridades.