Organizaciones de la sociedad civil pro-migrantes denuncian que el Instituto Nacional de Migración (INM) está actuando como los carteles de México, ya que cobran y extorsionan a los migrantes en la frontera sur del país. Según estas organizaciones, el INM sigue siendo un nido de corrupción y no se espera que la situación cambie en Chiapas, ya que existen intereses monetarios muy poderosos en la frontera de México con Guatemala.
Enrique Vidal, coordinador de Procesos del Centro de Derechos Humanos 'Fray Matías', ha indicado que la corrupción del INM está muy extendida en los municipios de la frontera sur, como Comitán, Palenque, Tuxtla Gutiérrez, Suchiate y Tapachula.
“En voz de las personas que acompañamos nos hemos enterado de las cantidades exorbitantes que tienen que pagar a los agentes de migración, así como a los de la Guardia Nacional todos los días para obtener la Forma Migratoria Múltiple, para salir del centro de detención Siglo XXI, para evadir un puesto de control, para viajar en los tráilers y para tener una residencia temporal”, expresó.
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Vidal añade que existen formas de corrupción de los agentes del INM que permiten que las personas extranjeras puedan salir de la frontera sur en avión hacia otros puntos del país sin ningún problema y sin revisión alguna. Los pagos van desde 100 dólares por un número en las filas para ser atendidos, 500 por un oficio de salida y hasta 2,000 dólares de forma anticipada para obtener una residencia temporal.
Por su parte, José Galdámez Peregrino, presidente nacional del Colegio de Abogados de Inmigrantes y Derechos Humanos A.C, denuncia las malas prácticas que hay en el interior del Instituto Nacional de Migración, y acusa al titular, Carlos Alberto Santiago Hernández, de estar implicado en ellas. Según Peregrino, los agentes de migración tienen una red tremenda de corrupción y esto está arrojando a los migrantes a los brazos de los traficantes de personas.
Según él, Santiago Hernández tiene un buen negocio y se le debe investigar, ya que los agentes no pueden hacer nada sin que el jefe se entere y sabe muy bien lo que está sucediendo debajo. Añade que, si las autoridades quieren hacer las cosas bien y terminar con la corrupción, hay métodos para hacerlo, pero el negocio del trasiego de personas es muy grande en la frontera sur de México con Guatemala.
Cientos de migrantes de diferentes nacionalidades también han denunciado la corrupción que hay en el INM y que siguen atrapados en Tapachula porque no tienen dinero para poder pagar una visa por razones humanitarias o un pase de salida de la frontera sur. Por lo tanto, se ven obligados a salir de la ciudad en caravanas.