Inunda al puerto brote de males respiratorios

Una fuente que colabora en tareas de auxilio con Protección Civil, asegura que se han suscitado unas 60 muertes de personas con síntomas respiratorios

Eduardo Torres | Diario del Sur 

  · jueves 25 de junio de 2020

Puerto Madero vive sus días desprotegido y de manera normal/ Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur 

  • 12 a 16 mil personas viven en Puerto Madro según estimaciones de autoridades ejidales

Un supuesto brote de males respiratorios que ha dejado 60 muertos al menos, mantiene en alerta a pobladores de Puerto Madero, a donde las autoridades no se han llegado a parar, informan fuentes que colaboran en tareas de socorro con Protección Civil.

¿Las autoridades o la presidenta municipal? ¡Qué va, no se han venido a parar!, afirma don Uriel, un hombre cincuentón dedicado a la reparación de electrodomésticos en la comunidad de Puerto Madero, donde se han registrado estas muertes y mientras otros convalecen en casa con síntomas como fiebre, diarrea, dolores musculares y hasta falta de aire.

La fuente protegida afirma, que en la comunidad hay un doctor que tiene su consultorio y farmacia, quien ha atendido varios casos de este tipo, pero no reporta a las autoridades de salud los decesos.

El doctor está ocultando las muertes de estas personas, eso es malo porque entonces no se tiene el dato o la información de cuántos contagios o muertes hay por esta situaciónDon Uriel

Los lugareños señalan que sólo una vez funcionarios del Ayuntamiento de Tapachula llegaron casi tendiendo alfombra roja, para engalanar su arribo a esta localidad que da al Océano Pacífico.

“Sólo tomaron unas fotos desde que entraron por la calle principal y recorrieron unas cuatro calles del malecón, después se subieron a las camionetas y se fueron, desde entonces no los hemos vuelto a ver”, relata Jesús, quien realiza mandados en su bicicleta.

Han transcurrido tres meses desde que la pandemia arribó a la entidad; el mismo tiempo que ha pasado sin que los habitantes reciban alguna indicación o información del Covid-19.

Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur 

No saben de cifras, medidas de prevención adecuadas; tampoco si existen riesgos por estar asentados en un área donde se vive de la pesca, agricultura y las industrias cercanas que siguen empleando gente. Para Puerto Madero, la vida transcurre con cierta tensión y el ruido del mar, mientras hay un halo de temor porque se enteran de uno u otro vecino ha muerto por síntomas respiratorios o cuadros similares.

Yo vivo cerca de la secundaria técnica número 72, ahí nadie ha pasado dando información o nos ha convocado para informarnos. No le importamos a las autoridades, no se ha visto nada ‘mano’

Los comercios tampoco han cerrado. Pollerías, abarrotes, expendios del giro mercantil y demás siguen abiertos al público. Solo una tienda de conveniencia restringe un poco el flujo de compradores. Mientras en las esquinas de las calles que sí están pavimentadas, las personas se dedican a vender frutas y legumbres sin control sanitario.

Yahir Gómez, delegado municipal de Puerto Madero, asegura que la instrucción ha sido que las palapas e iglesias operen al 50 por ciento, pero la realidad es que el turismo ha abandonado la opción de visitar estos restaurantes por la pandemia y todos siguen abiertos.

“Hasta entonces no hay casos de coronavirus aquí, la gente no está preparada para esta pandemia, en lo particular constantemente algunas personas preguntan qué cuándo vamos a tapar el puente, pero no se han organizado y no hay una instrucción como tal”, dice.

Foto: Eduardo Torres | Diario del Sur 

Y es cierto. Algunos lugareños que están más al tanto de lo que ocurre, presionan para que el puente que viene de la carretera de Tapachula, sea tapado y se puedan atrincherar para impedir el paso a foráneos o personas “contaminadas”.

Adentro de esta comunidad los focos de infección son incontables. Basureros clandestinos, condiciones de vida paupérrimas y pobreza extrema, son los ingredientes indispensables para el desarrollo de enfermedades y, peor aún, de virus de Wuham.

De los muertos poco se sabe. O los sepultan en el camposanto de este ejido, o los incineran en Tapachula, sin más preámbulo que deshacerse de los cuerpos cuanto antes.

/BJ