Es el hijo Don Ernesto Lazos Culebro y Carmelita Rosales de Lazos, registrado y bautizado en Tuxtla Chico, nacido en Tapachula, Chiapas.
Se llama Isidro Hiram, porque el sacerdote decidió que Hiram, como su padre deseaba, no era un nombre decente así que le agregó el nombre de Isidro, solo por haber nacido el día de San Isidro Labrador, 15 de mayo de 1946.
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Fue un niño que nació con estrella, terriblemente travieso y expulsado en la primaria, cursó la secundaria, el bachillerato y finalmente la universidad en San Cristóbal de las Casas, porque no hubo plata para que se fuera al DF, la crisis se había estacionado en casa: se gradúa como Licenciado en Derecho en 1968…
Era un joven de tremenda estatura que hasta el día de hoy, gracias al cuidado y el orgullo de cuidar su imagen, todavía quedan rastros de su galanura y tremenda estatura, así que pocas eran las mujeres que controlaban su encantamiento y muchas que a su paso dejaba atolondradas y otras que hasta perdían el juicio por él, virtudes por supuesto que, acompañado de una chispa natural, extraordinario sentido del humor y recién graduado le dieron la llave para comerse el mundo, sin proponérselo, más que por pura buena suerte, seguridad y esa estrella con la que llegó a este mundo.
Recién egresado colaboró con el reconocido notario Bernabé Corzo, el hombre clave que lo recomendó para que en 1970, se convirtiera en el Coordinador de Censos de la zona 68, porque quien ocuparía ese cargo no soportó el calor y se marchó de este mundo agobiado.
Fue jefe del Departamento Legal de Bangrosur, que después se convirtió en Bancrisa, bajo las órdenes del Lic. Norberto DeGyves Goches.
Muchas solteras en 1971 cayeron en depresión y otras más que soñaban con él decidieron quedarse solteras para siempre cuando lo vieron ingresar al altar el 15 de agosto de 1971, con la entonces señorita Mayra Pérez Moisés. Con la llegada de su primogénito, nuevamente su estrella vuelve a brillar y muy fuerte…
-El Dr. Manuel Velasco Suárez- te quiere ver, le anuncia Norberto Degyves Goches, y cuando éste le dice que está de vacaciones, que tiene pereza de rasurarse y vestirse para cumplir con un protocolo que, casi se lo ordena.
Tras varias horas de espera, en ese encuentro le dice:
-¿Te ha dicho tu papá cómo me decían en la escuela?- Y éste le contesta sin pena –Sí, “El Diablo”- y este encuentro venturoso fue el comienzo de una nueva etapa en su vida. Días después, una madrugada el gobernador le llama por teléfono y le dice que debe estar en México con el Lic. Fernando Gutiérrez Barrios en la Secretaría de Gobernación.
Viaja sentado en el asiento de la azafata y después de 14 horas, a las 2 de la mañana, es recibido y nombrado jefe de Población de la Secretaría de Gobernación, puesto que después se transformará en delegado Regional de Servicios Migratorios, solo que con menos poder que cuando él estaba.
Fue un extraordinario maestro del Instituto Chiapas, del Instituto Tapachula, de la Preparatoria Miguel Alemán en donde estuvo frente a grupo más de doce años y cuando el Campus IV de nuestra universidad chiapaneca abre sus puertas, se convierte exclusivamente en catedrático de esta máxima casa de estudios de donde es fundador.
“Dice Isabel Allende que todos los hombres somos traidores y muchos también cobardes, pero ella misma justifica que, hasta los machos más íntegros y valientes, suelen fallarle a las mujeres”
Y como Isidro Hiram Lazos Rosales, es un hombre de espíritu indómito, corazón romántico, sangre liviana y apasionado por todo lo que hace que, asume su responsabilidad y con entera honestidad acepta que el amor no muere, solo cambia de nombre.
Se divorcia de Mayra Pérez Moisés con quien compartió 12 extraordinarios años, y con quien integró un hogar con dos hijos; Hiram Rodrigo y Bruno, para satisfacer los latidos de su corazón convirtiéndose en la pareja de Inés Hernández.
La sociedad como siempre, moralina y mojigata que se escandalizó cuando rompió el esquema establecido de apariencias desde siempre y al lado de Inés Hernández, vivió una época nueva, también llena de placer, amor e ingredientes que lo colocó como un hombre afortunado por la vida.
Se entregó a otra mujer, confió y las cosas no resultaron como esperaba, así que, una decepción amorosa lo retira de la vida social para encerrarse; humano, sensible y un hombre que sabe cómo es el amor, se refugia con el Dios Baco, hasta que un día vuelve a la vida y entiende que, los seres humanos somos proclives a equivocarnos a cometer errores.
Permanece 12 años solo, dedicado al trabajo y a sus hijos, dispuesto a recibir lo que la vida le diera. En el funeral de su madre estaba, cuando descubre que una compañera de trabajo, una mujer que hasta ese momento no significaba nada, estaba ahí, después de todo acompañándolo y entendiendo que no estaba solo, estaba ella.
Después supo que esa mujer sería su nuevo motivo de vida y la invita a salir, la presenta con sus amigos de corazón y de la bohemia, quienes la reciben con mucho gusto y el 31 de julio del 2004, se casa con la Lic. Arcelia Santiago Mecot.
Al lado de Arcelia Santiago, Hiram recibió la bendición de Dios con la llegada de un hijo varón a quien bautizaron con el nombre Gabriel Hamid (Al-Hamid, que quiere decir “Gratitud de Dios”.)
Hoy, con muchos años de amor y viviendo en una rueda de la fortuna, Hiram Lazos, sigue siendo el mismo hombre que disfruta a plenitud cada época de su vida, solo que, con la “sazón del tiempo”, como él mismo lo dice cuando se refiere al tema, argumentando que Arcelia, es la mujer que lo devolvió a la vida para disfrutar el resto.
Sí alguien ha vivido su existencia a plenitud, ese es Isidro Hiram Lazos Rosales, un hombre que no se arrepiente de nada porque ha vivido como ha querido, siempre ha sido responsable de sus actos y es humanamente un hombre que ha tenido la grandiosa fortuna de amar.
Hoy tras haberse jubilado como catedrático de la UNACH, sin duda es uno de hombres ilustres de esta universidad que dejó huella en muchas generaciones, aunque desde el año 2009 su corazón sobrecargado de tanto amor y tapizado de cicatrices, comenzó a fallar…
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Con su imagen impecable de hombre de revista que hasta el día de hoy no lo pierde, su generoso corazón, acelerado a veces, late con la misma ilusión. Hiram, es un hombre que no le hace daño a nadie y, su único pecado es amar.
¿Cuál es el final de todo ser humano? Me pregunto y me contesto a la vez –“Supongo que la muerte, pero no todos podemos esperar el final, satisfechos de haber vivido”.
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