El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) mantiene en total abandono la zona arqueológica Izapa, cuna de la cultura maya en la frontera sur.
El complejo al aire libre permanece con matorrales crecidos, sin mantenimiento a las estructuras que algún día fueron habilitadas para el mejor paseo turístico de los visitantes, así como nulos señalamientos o bandejas que expliquen un poco de la historia del sitio.
El lugar, que lleva casi un año cerrado a los turistas, se ha convertido también en un basurero que aprovechan automovilistas al circular sobre la vía Tapachula- Talismán y arrojar sus desperdicios. El sitio que cuenta con cientos de piezas históricas elaboradas a base de piedras por ancestros, están también descuidadas y sólo algunas fueron encapsuladas para preservarlas del calor y la lluvia.
Aunado a esto, hace apenas 15 días maquinaria pesada ingresó a la zona 46 y causó destrozos de piezas arqueológicas, para iniciar la construcción de un conjunto habitacional. La acción no se concretó porque lugareños y pobladores de Tuxtla Chico impidieron que se se siguiera con el daño.
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Sin embargo, desde entonces el INAH no ha tomado cartas en el asunto, caso contrario, en su página oficial sigue promocionando la zona Izapa con un sito atractivo para los extranjeros, cuando en realidad es un muladar.
La zona comienza a perderse entre basura y matorrales crecidos, sin que hasta el momento autoridades alguna ejecute un plan de saneamiento o rescate de esta importante zona histórica para la cultura maya, que predominó en el sur de México y Centroamérica. La cuna de la cultura maya en la frontera sur se pierde poco a poco, ante el desinterés de las autoridades que no rehabilitan estos terrenos ricos en historia y cultura.