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Soy ingeniero civil, tal vez por llevarle la contraria a mi padre. Quería que fuera arquitecto, como él. Fue una buena decisión, siempre fui bueno en matemáticas y finalmente es mi vocación.
-Estudié en la universidad La Salle, y pertenecí a un grupo en donde todos éramos primeros lugares, así que la competencia por sobresalir, por ser el mejor, era la ley-
Es alumno del Colegio Miguel Hidalgo, ahí aprendió que tenía que ser siempre el mejor, porque su madre, catedrática de ese colegio, le dio clases de literatura.
Cursa 9 semestres de ingeniería civil y en el último semestre se titula. Regresa a su tierra y como bendición, el primer trabajo que realiza en 1983, es el techado de concreto de la capilla adjunta a la Iglesia de San Agustín, invitado por el padre Lorenzana y por supuesto, recomendado por su padre.
Después construye en Cacahoatán la escuela Leyes de Reforma y con gran visión constituye la empresa “Constructora Kukulkan”. Comenzó a desarrollarse con obras del gobierno del estado y federal: puentes, carreteras y edificios emblemáticos como la torre de Bancrecer, la ampliación de Bancomer, entre otras, y en el año 2000 decide ya no hacer obra pública.
Trabajar obras federales y estatales le negó la oportunidad de ver crecer a sus hijos, por lo que decide dedicarse a todos los servicios que requiere la ingeniería, como proyectos, topografía satelital, laboratorio de mecánica de suelos, etc.
En esa etapa, Antonio Díaz Athie, siendo presidente de Tapachula, lo invita a trabajar en su equipo como director de Obras Públicas. Es José Antonio de Jesús Toriello Elorza, nuestro estelar de Diario del Sur, hijo del hogar de María de los Ángeles Elorza y José Antonio Toriello
En esa aventura, siendo parte del ayuntamiento, le da la oportunidad de conocer su natal Tapachula, ejido por ejido, cantón por cantón, se enamora más de tierra y lo inspira a escribir e investigar la historia de los “Mames” del Soconusco y realiza su primera obra literaria.
Cursaba el último año de la universidad (1981-1982) y conoce al amor de su vida, hermana de grandes amigos, quienes le abren la puerta de la casa y el noviazgo comenzó en Chocohuital, donde los Martínez tenían una casa veraniega de descanso frente a las costas del Pacifico, hoy convertida en un centro turístico.
Formaliza su romance con Pilar Martínez y en 1986 deciden unir sus vidas; ella de 20 y él de 24 años. Estaba seguro que al lado de ella crecería como ser humano, esposo y profesionalmente – Con Pily hemos formado la mejor empresa, trabajamos juntos, somos buenos amigos y tenemos tres hijos Pepe, Sofía y Verónica-
Todas las mujeres dejan sueños pendientes al realizar el rol de esposa, madre y compañera, así que en la juventud de sus hijos, Pily decide, con mucho esfuerzo, realizarse como profesionista e ingresa a una filial de la Anáhuac (UNID), y cursa la licenciatura en administración de empresas.
José Antonio de Jesús Toriello Elorza tuvo una extraordinaria madre: Marza Elorza, quien estudió leyes y fue integrante de la segunda generación de la UNAM, una mujer con un acervo cultural envidiable que heredó en sus hijos la adicción a lectura, la música, el arte, así que en cada viaje que realizaban con ella, obligaba a sus hijos a estudiar, a investigar todo lo que verían en la ciudad que visitarían.
Conocido como Pepe Toriello, creció y se educó en una época en la que el internet estaba en pañales y el teléfono celular aún no terminaba de inventarse, por eso el único pasatiempo era leer, descubrir el mundo exterior a través de libros.
Los cimientos de su niñez y la educación de casa lo llevaron a escribir en su vida siete tesis: licenciatura, dos especialidades, dos maestrías y dos doctorados.
Siendo director de Obras Públicas, su nivel cultural lo seduce a integrar el Consejo Indígena Mam, reuniendo a todos los líderes de la región para integrarlos. Ahí descubre que ellos no sabían, desconocían sus orígenes.
Eso lo lleva a investigar en los archivos la historia de este sector indígena, llegando hasta Guatemala, para entrevistarse con la fundación “amigos del país”, ahí lee, se documenta de la historia de los Mames y cómo se quedan del lado mexicano y cuantos del otro.
En el libro “Los Mames” narra que este grupo es binacional, son mexicanos y guatemaltecos, según sea el interés. Fue en el año 2005 cuando se sumerge en la escritura. Entusiasmado, narra que le surgen interrogantes sobre el Soconusco y quiénes la poblaron, lee a Mario García y muchos investigadores más que lo inspiran a escribir del café y su cultivo, de la parte agrícola y económica del Soconusco.
Con Pepe Toriello se habla de todo, desde la parte socioeconómica y política del Soconusco, la separación y anexión de Chiapas a México, los hombres y mujeres que convirtieron esta tierra en un paraíso.
Coincidimos que Tapachula, el Soconusco, es la tierra prometida, por eso la llegada de alemanes y extranjeros en busca de nuevos horizontes, el desarrollo del café, el imperio de la madera, convirtiéndonos en la región más rica de México, y en una tribu auténtica.
Pepe Toriello, tiene un álbum de logros profesionales que sería imposible describir en este espacio, además de ser un instruido en la ingeniería civil, es perito valuador con excelencia, Maestro en Administración, la especialidad en Valuación y en Geotecnia, Maestría en valuación con dos doctorados; en Ciencias de la Administración y en Valuación y Transferencia de Riesgo.
Ha ocupado altos cargos por su prestigio y honestidad representando a la Coparmex Tapachula con buenos resultados para sus socios y amigos. Es conferencista en el ramo que domina, y sí, es llamado por su vena artística; sus trabajos literarios lo exponen como un gran investigador y escritor.
José Antonio de Jesús Toriello Elorza es de los profesionales que construye, investiga, escribe y oferta para enriquecernos con historias de vida que sube a las redes sociales y hoy nos regala su último trabajo: “Xoconusco”, una investigación, una relatoría que te lleva de la mano para enterarte de todo lo que ha sucedido en la región.
Entre sus estrellas de honor, ha sido distinguido un par de ocasiones como el Ingeniero Civil del Año y la Asociación Nacional de Facultades de Contaduría y Administración (ANFECA), le da el Premio Nacional a la mejor Tesis de Doctorado.
Pepe Toriello es un cronista auténtico, un investigador que hoy escribe la historia de quienes llegaron y fundaron lo que hoy nos da el calificativo de la ciudad más importante y económica del estado de Chiapas.
Llegó al mundo el 26 de marzo de 1961, tal vez con un destino marcado para escribir, construir y soñar con un Soconusco próspero. Tiene un libro en pausa, con historias de vida, está terminando un doctorado más y se está metiendo de lleno en temas de valuación. Es valuador, asesora, es conferencista, realiza proyectos y tiene un proyecto ambicioso en puerta por el Puerto…
Pepe es sinónimo de cultura, de amor a su tierra, un apasionado por la ingeniería y un soñador que escribe lo que siente. Es un hombre que se parece mucho culturalmente a su madre, a la estimada Marza Elorza.
En 20 años se mira viejo y feliz, como lo es y ha sido siempre, mira el final convencido de haber vivido feliz y seguir siendo el soñador de Tapachula, del Soconusco, con nietos, por supuesto.
morancarlos.escobar1958@gmaiul.com
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