En medio del ajetreo y el constante cambio que caracterizan a las ciudades modernas, a veces es necesario detenerse y contemplar el pasado para apreciar la riqueza de la historia que yace bajo el asfalto de nuestras calles. Hoy, viajaremos en el tiempo para explorar una fotografía que captura la esencia de la 6a avenida norte y la primera calle poniente en Tapachula, Chiapas, en la década de los 40.
La imagen, que ha resistido el paso del tiempo, nos muestra una escena conmovedora de una Tapachula que ha evolucionado profundamente desde entonces. En el lado derecho de la calle, en la esquina, se erige una hermosa casa con balcones corridos. Hoy en día, esa misma ubicación es ocupada por un edificio que alberga una zapatería. Donde antes se leía Casa Henkel, hoy se encuentra Salinas y Rocha. La antigua sede del Banco de Comercio Exterior ha sido transformada en lo que conocemos como el "Principado".
La esquina opuesta, donde ahora se ubica una tienda de moda, solía ser la Mexicana de Tapachula. A través de estas transformaciones, estas estructuras antiguas han presenciado la evolución de la ciudad.
Estamos inmersos en las antiguas propiedades de los Pérez Córdova, testigos silenciosos de un pasado que alguna vez floreció en esta esquina. El parque, rodeado de majestuosas palmeras, ocupaba una manzana entera, con la casa Garza en el horizonte, que hoy alberga la tienda Milano.
La esquina de Los Portales marcaba el inicio del parque, que, a pesar de su modesto tamaño en comparación con los parques actuales, seguramente era un refugio de tranquilidad y esparcimiento para los residentes de Tapachula en esa época.
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La imagen nos transporta a una era pasada, donde los autos de los años 30 eran el medio de transporte predominante. Los postes de la calle estaban adornados con bombillas, y los arbotantes se sostenían con trípodes de hierro, añadiendo un toque nostálgico al paisaje urbano.
En la esquina, se vislumbra la casa de Don Joaquín García, que hoy en día se ha convertido en el Hotel Algarcas, un recordatorio tangible de las historias que se han tejido en torno a estas construcciones. Don Joaquín García y Doña Herlinda Castillo, propietarios de esta residencia, dejaron su huella en esta calle, donde ahora reina el confort de un hotel.
Las casas de Don Teodomiro Palacios, el próspero hombre de negocios de la época, eran auténticas joyas arquitectónicas. Con sus amplios barandales de hierro, entradas empedradas, patios centrales con fuentes y árboles de mango, corredores sombreados y techos de teja de media agua, estas viviendas eran un testimonio del esplendor que una vez caracterizó a esta parte de la ciudad.
La nostalgia impregnada en esta foto nos recuerda que, detrás de la modernidad que envuelve nuestras vidas, siempre yace un pasado rico en historias, personas y lugares que han dado forma a nuestras ciudades. A medida que contemplamos esta imagen, recordamos que la memoria de Tapachula está intrínsecamente ligada a sus calles, edificios y habitantes de antaño. La 6a Norte y la primera palle poniente nos enseñan que el tiempo puede transformar paisajes, pero no puede borrar el legado de una ciudad que perdura en el corazón de quienes la llaman hogar.