La fuente Atzacua, más conocida por los tapachultecos como “La Crayola”, fue una obra realizada durante la administración del alcalde Samuel Chacón Morales, la cual desde sus inicios fue muy criticada y objeto de “memes” en las redes sociales por su forma similar a la de una crayola.
La inversión inicial de la obra era de 12 millones de pesos, pero con las remodelaciones y reparaciones contantes, en el monumento se han invertido más de 29 millones de pesos.
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Según dicho durante la administración del ex presidente municipal Chacón Morales, la fuente Atzacua representa la conjunción de las culturas la Maya e Izapeña por lo que con esta edificación se buscaba dar identidad a la región Soconusco, sin embargo, fue todo los contrario y se ganó el repudio de los tapachultecos.
Oficialmente, al estar ubicada estratégicamente y ser la entrada principal a México desde Centro y Sudamérica, vendieron la idea de que era una obra representativa y digna de los habitantes del Soconusco, en donde la cultura Maya estaba representada por el arco palencano y la cultura izapeña quedaba representada por el reservorio de agua, lugar y medio a través del cual nuestros ancestros izapeños realizaban estudios astronómicos
Cabe recordar que la fuente al inicio fue construida de 8 metros de altura, pero al ser criticada porque se había hecho un proyecto de 12 metros volvió a derribarse y reconstruirse.
Fue a poco menos de dos años de su creación que la obra además de presentar fisuras en su estructura, le dejaron de funcionar los chorros danzantes, el sonido y la iluminación, ya que el agua se filtró a los sistemas de control, detalles que según dio a conocer la administración de Chacón Morales destinó más de 4.7 millones de pesos en 51 equipos de bombeo y 500 lámparas Led, mismo que se corroboró con los 4 millones 753 mil 200 pesos que el Órgano de Fiscalización Superior del Congreso de Chiapas (OFSCE) detectó y dictaminó como irregularidad en la construcción tras una revisión de la Cuenta Pública 2015.
Actualmente lo que queda de la fuente es conocida como “monumento a la corrupción” y se está cayendo a pedazos, desprendiéndosele las losetas que le habían pegado lo que da una mala imagen a la entrada principal de Tapachula ya que es la que le da la bienvenida a los turistas y comerciantes centroamericanos.
Empresarios, ciudadanos y comerciantes dieron a conocer su rechazo rotundo a esta obra casi desde que inició, pues se destruyó un monumento que se consideraba más emblemático ya que aunque no era tan moderno unía la figura de tres huacales que eran considerados con mayor identidad para la población huacalera.
El repudio y molestia de los ciudadanos
En la actualidad la obra esta cayéndose por lo que la mayoría de los ciudadanos piden sea tirada y que se cree un monumento que brinde más identidad a los tapachultecos o en su caso que se regresen los huacales que estaban antes, pues consideran daba una mejor vista a la bienvenida a la gente de Centro y Sudamérica.
Auri Saldaña, mencionó que los huacales estaban mejor que esta obra conocida vulgarmente como la crayola, pues está fea y no representa en nada a los tapachultecos.
“En la entrada de Tapachula debemos tener algo bonito y no algo feo como es la fuente Atzacua (La Crayola) que no tiene chiste y que solo sirvió si mucho unos dos años”, expresó.
Alfredo Sánchez otro comerciante del área comentó que esa obra sólo fue un despilfarro de dinero que le sirvió al presidente en turno y a los funcionarios para llevarse algunos millones a la bolsa.
Acusó que las autoridades hacen sus obras emblemáticas y no le consultan a la ciudadanía si están de acuerdo o no, muestra de esto es “La Crayola” que solo sirvió para dar pena y que la compararan con la estela de luz, que también fue señalada de corrupción.
Javier Ochoa, taxista, precisó que la Atzacua es una porquería de obra, que no tenía sentidos de ser y hasta le da mala imagen a la ciudad de Tapachula.
“No se porqué los gobiernos entran y deshacen lo bonito que tenia la ciudad, los huacales eran algo que daba entidad a la ciudad, manifestó.
Detallo que antes estaba alumbrado, pero ahora ni la fuente sirve y hasta accidentes esta provocando por la falta de alumbrado.
Delfino de la Rosa, transportista refirió que esa obra se tiene que cambiar, pues no fue del agrado de la mayoría de los ciudadanos tapachultecos.
“La mayoría de los ciudadanos hablan pestes de ‘La Crayola’, para que esos deje de pasar lo mejor será tirarla, aunque ya no falta mucho que caiga sola por el mal estado en el que está”, indicó.
Relató que últimamente se han presentado accidentes en lugar por la falta de alumbrado público y de prevención a la hora de circular por la glorieta.
“A lugar ya se han ido a estampar un tráiler y cada rato chocan compañeros taxista con las motocicletas. Esa obra está mal desde su inicio por eso debe desaparecer lo más pronto posible”, refirió
Es un elefante blanco y señalado por corrupción: IP
La Iniciativa Privada menciona que esta obra desde su creación ha sido un elefante blanco como los muchos que hay por capricho de los gobernantes en turno.
Pascual Necochea Valdez, presidente de Coparmex Costa de Chiapas, expuso que si algo le hace falta a Tapachula es identidad y estas obra dejan un mal sabor de boca y ha sido todo lo contrario.
Precisó que la construcción de la fuente por su alto costo fue y ha sido muy críticada, cuestionada y señalada de corrupción porque la hicieron, deshicieron y la componían invirtiendo recursos económicos a cada rato ocurriendo esto en dos o tres ocasiones.
“Lo que se de debe hacer cuando se realiza una obra es ser trasparente con la inversión, dar a conocer quién realiza la obra, cuánto se invierte, pero en este caso a la fecha no se tiene un costo exacto de la obra”, dijo.
Elmer Aquiahuatl Herrera, presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos y Propietarios de Inmuebles (Acepitap), declaró que la fuente fue una ocurrencia del mandatario en turno.
Narró que la autoridad le quería dar un tiente Maya o relacionar a esa cultura milenaria, pero terminó siendo algo amorfo, criticado y señalado por la población tapachulteca.
“El costo de esta obra fue exagerado, inflado y ha sido considerado como una burla de los ciudadanos, principalmente, porque la fuente danzarina y musical solo funcionó un tiempo”, verbalizó.
Puntualizó que la obra es también es conocida como la fuente de la corrupción por lo invertido en ella, ya que no hubo claridad en el manejo de los recursos económicos.
Por ahora se sabe que la actual administración municipal de Tapachula trae entre manos un proyecto integral de mejorar y cambiar los accesos de la ciudad, incluyendo el de Bonanza en donde se encuentra la fuente Atzacua o “La Crayola”.