La GN aprieta a migrantes y consiente a “coyotes”

La prueba fehaciente de la burla de puestos de control y revisiones en la frontera sur por parte de migrantes, se ha constatado desde inicios de junio de este 2019

Eduardo Torres

  · lunes 15 de julio de 2019

Elementos de la Guardia Nacional cubren unos cuantos kilómetros del río Suchiate. FOTO: Eduardo Torres.


TAPACHULA.- Una máquina retro excavadora realiza tareas de desazolve en tierra cenagosa cercana al río Suchiate, a unos metros cuatro elementos vestidos de militares con un brazalete y las letras GN, charlan con un elemento del Instituto Nacional de Migración (INM), mientras se toman una Coca Cola.

Es un día tranquilo, con sol a quemarropa pero nada que la sombra de un frondoso árbol no mitigue. El paso de extravío denominado “El Armadillo”, en Ciudad Hidalgo, no ha registrado ni un solo paso de migrantes, mientras que muy cerca de allí, a unos cuantos metros, en el paso “El Coyote”, a decenas de centroamericanos se les impide el paso a Ciudad Hidalgo por no contar con papeles o permisos en regla.

Se regresan por donde llegaron, en las mismas balsas que les cobraron 10 quetzales ( unos 25 pesos ) por transportarlos río arriba. Mientras un cerco militar y migratorio opera las 24 horas del día en una área no mayor a los 6 kilómetros, una familia de guatemaltecos conformada por padre, madre y dos pequeños ha burlado la angosta inspección de la Guardia Nacional, del INM y un punto de revisión para adentrarse en Tapachula e intentar seguir avanzando por México.

FOTO: Eduardo Torres.

Los pasos de extravío comunes han dejado de ser utilizados por coyotes y migrantes, ahora optan por desviarse algunos kilómetros a lo largo del Suchiate para burlar a la autoridades entre matorrales y plantaciones de maíz.

Pese a esto, el flujo migratorio ha disminuido en números considerables. En el retén de El Manguito, en la carretera que lleva de Ciudad Hidalgo a Tapachula, un agente migratorio afirma que en el turno que comprende de 4 de la mañana a mediodía, aseguran a un máximo de 10 indocumentados, cuando antes de los operativos y la entrada de la Guardia Nacional arrestaban hasta a 50 extranjeros. Aunque el paso de caravanas y grupos mayores de migrantes se ha acabado, los “pasos hormigas” se siguen dando a cualquier hora del día.

En ese mismo punto de inspección carretero, tres jóvenes que no rebasan los 25 años de edad, se han entregado a la Guardia Nacional luego de ser abandonados por un “pollero” que prometió llevarlos hasta Huixtla, a unos 40 kilómetros del punto donde han sido auxiliados con agua y comida por el cuadro de deshidratación que presentan tras una larga caminata.

La Guardia Nacional ha ahuyentado a los extranjeros sin papeles que cruzaban en horas de la madrugada por el río que divide a México y Guatemala, pero el modus operandi de los traficantes de humanos los ha orillado a buscar veredas en la montaña de la sierra de Chiapas y puntos ciegos en la costa del Estado.


La militarización fortalece a coyotes

Para el Centro de Dignificacion Humana A.C., la presencia de militares en la frontera sur ha fortalecido el tráfico de humanos ante el temor de migrantes por ser detenidos. Luis Villagrán, director de esta asociación civil, señala que México comparte frontera con Guatemala y Belice en más de dos mil kilómetros, por donde ahora se está dando un negocio redituable en dólares: el tráfico de personas.

“Son 13 municipios de Chiapas que comparten frontera con Guatemala, Tabasco tiene tres municipios colindantes con Guatemala también, y Quintana Roo comparte tres de municipios en frontera con Belice, por allí se está fortaleciendo el paso de personas en grupos pequeños, a veces en grupos grandes”, dijo.

La prueba fehaciente de la burla de puestos de control y revisiones en la frontera sur por parte de migrantes, se ha constatado desde inicios de junio de este 2019.

Solo hace unas horas, la Fiscalía de Inmigrantes rescató a siete cubanos y dos salvadoreños en una casa de seguridad en Tuxtla Gutiérrez, mientras que cerca de la capital de Chiapas, en el municipio de Ocozocoautla, otros 25 migrantes fueron asegurados. Los 34 extranjeros habían burlado varios retenes de la Guardia Nacional y el INM.

Tres migrantes hondureños se entregan a elementos del INM en un puesto de inspección cerca de Tapachula. FOTO: Eduardo Torres.


Un show mediático con nuevos uniformes

Para Rubén Figueroa, activista del Movimiento Migrante Mesoamericano, la entrada de la Guardia Nacional significó un show mediático para complacer al gobierno de Donald Trump. Al mismo tiempo, asegura que la presencia militar representa un peligro aún más fuerte para los migrantes, porque la GN atacó a los grupos más vulnerables y no a los criminales que trafican con humanos.

“La Guardia Nacional ha representando una oportunidad para los coyotes, porque lejos de atacarlos a ellos los han fortalecido, ahora son la única vía que tienen los migrantes para poder atravesar por México y esto significa que haya delitos como trata, prostitución, violaciones y vejaciones”, comentó.

Además, significa también que los costos por ser transportados aumenten, pues al haber demanda por parte de los migrantes, los traficantes de humanos abusan en los cobros que hacen en dólares. “No hay nada nuevo en la Guardia Nacional, los mismo soldados que tenia Calderón y Peña Nieto ahora están con uniformes nuevos y en operativos que buscan vislumbrar, pero no se ataca al narcotráfico, no se combate a los que traen armas y sí a quienes migran por la necesidad de huir de las pandillas o encontrar una nueva vida”, finalizó.


Un “hasta aquí” a la GN

Al menos 65 cubanos que permanecen varados en Ciudad Hidalgo han colocado amparos en contra de la Guardia Nacional. Los isleños promovieron esta figura jurídica a través de activistas, con el fin de evitar ser detenidos cuando atraviesen por México.

Sin embargo, la situación aún es compleja para ellos. Hace apenas un par de meses, decenas de cubanos y extranjeros de otras nacionalidades promovieron los mismos papeles, pero adentro de la Estación Migratoria Siglo XXI les fueron arrebatados por elementos del INM y destrozados.

Lo mismo ocurrió con muchos de ellos que comenzaron el viaje desde el sur de México hacia otras partes del país.Nunca pudieron llegar a la frontera norte y los amparos se convirtieron en papel roto cuando fueron interceptados en puntos de revisión migratoria. Esa gente, los amparados, fueron deportados a La Habana.

El gobierno mexicano anunció el pasado 3 de julio que más de 20 mil 100 migrantes han sido “rescatados” en la franja fronteriza entre México y Guatemala, considerando sólo el estado de Chiapas. La disminución del flujo migratorio se ha dado de manera considerable por varios factores. El principal: la presencia militar se ha vociferado como un monstruo que vigila los primeros kilómetros de tierra mexicana, pero en la práctica, los militares y elementos de Migración custodian a ritmo aletargado solo unos cuantos perímetros, mientras tanto migrantes cruzan por sitios pantanosos, matorrales y le dan un apretón de mano con sujetos que prometen llevarlos a lo más alto: a la frontera norte.