Junio es un mes de gran trascendencia para el sector agrícola, marcando el inicio de las cosechas del ciclo Primavera-Verano, que comenzó con las siembras en abril. Sin embargo, esto no implica que la actividad de siembra se detenga, ya que las plantaciones de este ciclo continúan hasta septiembre.
Podríamos describir junio con dos palabras clave: lluvia y sol. Este mes se distingue por sus intensos vientos, un sol fuerte y el inicio de la temporada de lluvias, elementos vitales para la agricultura. Muchos agricultores en México dependen de la lluvia como su principal fuente de riego, lo que convierte a las precipitaciones y al sol de junio en elementos fundamentales para su labor.
No obstante, las lluvias también requieren cuidados y respeto, ya que pueden ser tanto beneficiosas como peligrosas para los cultivos. La naturaleza de este mes ha generado varios refranes agrícolas que capturan sus características principales:
- "Junio brillante, año abundante."
- "Por junio el mucho calor, nunca asusta al buen labrador."
- "Junio soleado y brillante, te pone de buen talante."
Lluvias de junio y su importancia en el campo
La agricultura en México se ha visto severamente afectada por las olas de calor, con temperaturas altas que han causado problemas significativos en la siembra debido a la falta de agua. El caso mas notorio es la producción del café robusta. Los productores de café del Soconusco están enfrentando graves afectaciones debido a la intensa sequía que ha golpeado la región. Se estima que alrededor de la mitad de las 28 mil hectáreas dedicadas al cultivo del café han sido dañadas.
Ante esta situación, los productores están solicitando al gobierno federal la declaración de emergencia para mitigar las pérdidas y ayudar a más de 22 mil productores en la región. Las condiciones climáticas adversas han provocado un bajo rendimiento en la producción y la necesidad de renovar gran parte de las plantaciones afectadas
La temporada de lluvias en México generalmente se extiende hasta octubre, durando aproximadamente cinco meses. En algunas ocasiones, esta temporada puede prolongarse hasta las primeras semanas de noviembre debido al paso de huracanes.
Para 2024, los pronósticos apuntan a que la actividad ciclónica será un 10% más intensa que en 2023, con hasta 45 posibles tormentas tropicales, lo que sugiere que la temporada de lluvias podría extenderse hasta noviembre, coincidiendo con el fin formal de la temporada de huracanes en el Atlántico.
Los huracanes tropicales y las lluvias cumplen un papel trascendente en México debido a sus impactos tanto positivos como negativos. Entre los beneficios de estos fenómenos meteorológicos se destaca la recarga de acuíferos y embalses, esenciales para el suministro de agua potable, la agricultura y la generación de energía hidroeléctrica. Las lluvias y los huracanes contribuyen significativamente a la recarga de cuerpos de agua dulce, como acuíferos, ríos y embalses.
La agricultura es otro sector altamente beneficiado, ya que la temporada de lluvias es crucial para el ciclo agrícola en varias regiones del país, especialmente donde el riego depende directamente del agua pluvial. Las precipitaciones ayudan a aliviar los efectos de las sequías prolongadas, mejorando las condiciones de suelos y vegetación.
Agricultura en Chiapas
Chiapas, el principal productor de café y plátano en México, el segundo en papaya, mango y cacao, y el tercero en tabaco. Además, Chiapas ocupa el tercer lugar en producción de carne de bovino y el cuarto en miel a nivel nacional.
En 2022, Chiapas se ubicó en el 14º lugar a nivel nacional en términos de valor de producción agrícola, con una contribución del 2.53% al total nacional, lo que representó 22,380.9 millones de pesos según el Comité Estatal de Información Estadística y Geográfica de Chiapas (CEJEG).
El estado también se destacó por su producción de café y palma de aceite, ocupando el primer lugar nacional en ambos rubros. Además, fue el segundo en valor de producción de cacao.
Los tres principales cultivos de árboles frutales —plátano, mango y papaya— abarcan el 4.6% de la superficie sembrada y aportan el 17.2% del valor de la producción. La caña de azúcar, con el 12.1%, es el cultivo industrial de mayor valor; La producción de frijol contribuye con el 4.4%, mientras que el maíz representa el 30.3%.
En 2022, Chiapas sembró 1 millón 368 mil 895 hectáreas, equivalentes al 18% del territorio estatal. De esta área sembrada, se cosechó el 98.7%. Entre 2018 y 2022, la superficie sembrada en el estado aumentó un 2.7%.
El valor de la producción agrícola en 2022 incrementó en más de 4,400 millones de pesos en comparación con 2021, lo que representó un aumento del 24.7%.
