La presencia de miles de personas de distintas nacionalidades que migran por la ruta del Sur del país ha hecho que Tapachula se convierta en un municipio que adopte la transculturización culinaria de centroamericanos, cubanos, haitianos, venezolanos, argentinos, africanos, chinos, japoneses e hindúes.
Parte de la aportación cultural de los miles de migrantes que pasan o ya radican en la Perla del Soconusco se refleja en la variada gastronomía que pueden disfrutar los visitantes o lo propios tapachultecos, siendo los menús más antiguos y prácticamente adoptados por la región Soconusco, todos los platillos orientales que se disfrutan ya sean de origen chino o japonés que se han vuelto para muchos tradición en reuniones o festejos sociales de todo tipo.
En esta ciudad puedes encontrar desde una pupusa hondureña con su loroco y distintos guisos, hasta los más sofisticados cortes de carne argentina, que un platillo puede llegar a costar hasta los mil pesos.
Luis Paul, originario de Haití, tiene un restaurante en el centro de la ciudad llamado “Julien”, a donde llegan sus connacionales en busca de alimentos para sentirse como en casa
Explicó que lo que más piden sus comensales es el tradicional platillo de cerdo frito que va bañado de salsa negra, con plátano frito y ensalada de repollo con zanahoria, platillo que tiene un precio de 60 pesos.
Comentó que el tiene ocho meses con este comedor y su intención es quedarse en esta ciudad, pues ya encontró la manera de salir adelante y ayudar a su familia sin buscar el suelo americano.
“Yo quiero que mi comedor siga creciendo y me gustaría que lo visitaran los mexicanos para que pueden conocer la gastronomía de mi país, ya que por el momento solo llegan mis hermanos haitianos que están de paso en esta ciudad”, expresó.
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Indicó que ahora buscará ingresar a su hijo a la escuela y establecerse en Tapachula a donde llegó desde hace más de un año, pues ya cuenta con una visa por razones humanitarias y que está en proceso su solicitud de asilo en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
“Acá se puede vivir bien y trabajar, además nadie vende comida para nosotros, así que por ello instalé este restaurante que tiene solo cuatro mesas y que atiende principalmente haitianos que llegan en busca de nuestra comida”, abundó.
Finalmente, dijo que no todos los haitianos quieren llegar a los Estados Unidos, sino encontrar un lugar en donde puedan conseguir trabajo y sacar adelante a su familia, pero en esta ciudad se complica un poco por la gran cantidad de migrantes que están en la ciudad.
Otros negocios que se han instalado con su famoso churrasco desde hace años, son los argentinos, quienes ya han abierto desde negocios sencillos donde venden el famoso choripán con chorizos, morcillas hasta restaurantes de primer nivel con platos como el matambre de vaca o de cerdo, costillas, empanadas y las tradicionales espadas con sus diversos cortes cuyos precios varían dependiendo del corte y platillo, donde además se pueden deleitar exquisitas entradas o postres como los alfajores, el dulce de leche, la provoleta y riquísimas pastas, acompañados de buenos vinos o el famoso mate todo ello a la parrilla u horno.
Además de esto existe otro negocio de reciente apertura en la ciudad que ha traído la exquisitez de la comida venezolana donde incluso tienen productos de ese país destacando entre sus bebidas típicas cervezas, aguas frescas de frutas exóticas como el llamado papellón con limón y refrescos venezolanos y colombianos, siendo la reina del lugar las arepas o empanadas venezolanas rellenas de guiso de pollo
Así han dejado ya como algo bastante común en la ciudad las pupusas de El Salvador, el pollo con tajada de Honduras, el cerdo frito, arroz congrís y masa frita de Cuba entre otros sabores nuevos para esta zona de México, por lo que en Tapachula hay comida de varias nacionalidades