El Obispo de Tapachula Monseñor Jaime Calderón en su mensaje dominical expresa que una verdadera democracia de acuerdo a la Encíclica Centesimus Annus que nos orienta en estos tiempos electorales, expone que la Iglesia Católica aprecia el sistema de la democracia, siempre y cuando se realice en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes.
Agrega que además de la libertad de elegir a los que se postulan a cargos públicos, también existe la posibilidad de sustituirlos oportunamente de manera pacífica, indica que por esta situación no puede favorecer a la democracia la formación de grupos dirigentes restringidos que, por intereses particulares o por motivos ideológicos, usurpan el poder del Estado.
Añade que una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana, por lo que se requiere que se den las condiciones necesarias para la promoción de las personas concretas, mediante la educación y la formación en los verdaderos ideales, así como de la subjetividad de la sociedad mediante la creación de estructuras de participación y de corresponsabilidad.
En lo que se refiere al tema religioso del cuarto domingo del tiempo de Pascua, el obispo de Tapachula Jaime Calderón hizo una reflexión sobre la imagen de Jesús Buen Pastor que refleja una relación de mutua dependencia de vida, la vida del pastor dependía tanto de la del rebaño, como la de éste de la del pastor en la que se conjugan el conocimiento, cercanía, confianza, cuidado, y valor para defenderlo hasta el punto de dar la vida eran requerimientos que habría de tener el pastor que comprendía que su vida dependía del rebaño y no el asalariado que, por cuidar ovejas, cobraba dinero.
Finalmente mencionó que este domingo la iglesia católica celebra la 58 Jornada Mundial de oración por las vocaciones y el Papa Francisco, como es costumbre cada año, ofreció una reflexión con este motivo, bajo el título: San José: el sueño de la vocación, se nos recuerda la figura discreta pero fundamental de San José en la obra de la salvación, el Papa Francisco afirma que Dios ve el corazón y en san José reconoció un corazón de padre, capaz de dar y generar vida en lo cotidiano.