Un promedio 400 menores de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Cuba y Haití reciben educación gratuita en Tapachula, la cual es impartida por profesores de las mismas nacionalidades.
Esta actividad es parte del Programa de Emergencia Social, de la Secretaría de Bienestar, y el objetivo es atender a la población migrante en la frontera sur de México con Guatemala.
El plantel ofrece educación gratuita en preescolar y primaria, por lo que ha logrado formar a su primera generación de más de 100 estudiantes, en su mayoría provenientes de países centroamericanos.
En este proyecto hay personal del Programa Escuelas de Calidad (PEC) que realizan la planificación del año escolar y que entregan dicho proyecto a los maestros que son migrantes que en su país ya ejercían el magisterio y tienen un documento que los acredita como tales.
De acuerdo con personal de la Secretaría de Bienestar, además de brindar una educación integral, la escuela busca regularizar la situación escolar de los estudiantes, facilitando su incorporación a escuelas tradicionales en México.
Los documentos que se expiden al concluir los estudios tienen plena validez oficial, ya que están reconocidos por la Secretaría de Educación de Chiapas, lo que permite a los estudiantes continuar su educación en cualquier parte del país, asegurando que no pierdan su derecho a la educación a pesar de su situación migratoria.
“El proyecto no solo les ofrece la oportunidad de continuar su educación, sino que también les abre las puertas a un futuro con mayores oportunidades a los migrantes en territorio nacional”, expresó una de las trabajadoras de la dependencia federal.
Puntualizan que también se acuerda con la instancia de niñas y niños en contexto de movilidad, que antes era el Internado Número 11 de Tapachula, para poder canalizar a los menores que quieren estudiar.
"La Escuelita" celebra la graduación de su 1a generación
“La escuelita”, como se le conoce, ha logrado que egrese su primer generación de estudiantes de preescolar, primaria y secundaria en Tapachula, ciudad a la que han llegado más de 80 mil migrantes en lo que va del año 2024 y en donde han solicitado asilo un promedio de 31 mil 595 personas
De preescolar fueron 38 menores; de primaria, 45; y de secundaria, 44 niños migrantes de diferentes nacionalidades, que pudieron egresar y algunos ya están estudiando en alguna escuela de México.
“Muchos han hecho realidad su sueño de estudiar que tal vez en su país de origen no les fue posible hacerlo y hoy en México ya tienen la oportunidad de terminar su preescolar, primaria y secundaria”, expresó una de las encargadas del plantel Bienestar.
Destacó que la clausura de curso en la escuelita se llevó a cabo el mes pasado y tuvieron como padrinos a representantes de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, Unicef y Acnur de la ciudad, organizaciones que ayudan a los migrantes.
Docentes de 5 nacionalidades impulsan la educación en “La Escuelita”
Un aspecto destacado de la “Escuelita de Bienestar”, es su cuerpo docente multicultural, compuesto por maestros de El Salvador, Honduras, Guatemala, Cuba, y un pequeño número de profesores de nacionalidad haitiana.
Para atender las necesidades lingüísticas de los estudiantes haitianos, la escuelita cuenta con traductores en cada grado escolar, lo cual es esencial para garantizar que los menores que no hablan español con fluidez puedan integrarse plenamente en el proceso educativo y no se queden rezagados debido a barreras idiomáticas.
“Este logro no solo marca un paso adelante para los estudiantes migrantes, sino también para la comunidad educativa de Tapachula, que ha demostrado su capacidad para adaptarse y responder a las necesidades de una población diversa y en constante crecimiento”, abundó la funcionaria.
Puntualizó que el gobierno de México está cumpliendo con ayudar tanto a los padres como a niños a través del Programa de Emergencia Social que se lanzó en 2019 y que sigue dando buenos resultados a la comunidad migrantes en la frontera sur.
La barrera del idioma en la enseñanza
Yuneysi Fernández Pineda, de origen cubano, platicó para Diario del Sur que ella da clases de primaria desde el 13 de junio y le encanta trabajar con los niños migrantes en esta escuelita, a pesar de que es profesora de literatura.
Contó que en su país era maestra de secundaria y preuniversitario, por lo que la vincularon al programa para dar clases a los menores que están en México con sus papás, quienes están realizando algún trámite de regularización, así como ella.
“Lo único que hay que tener es paciencia y entender a los niños migrantes, pues tienen sus propias dificultades, pero hemos logrado entendernos. Lo único que se necesita es prepararse para trabajar en las clases”, expresó la maestra cubana.
Añadió que el horario de trabajo es de 8 de la mañana a una y media de la tarde para los maestros, mientras que los niños entran a las 9 y salen al mediodía, y el único día que no asisten son los jueves.
Lo único complicado que ella ha vivido es que hay niños de nacionalidad haitiana que no le entienden a la hora de impartir las clases, especialmente en la escritura, pero poco a poco se van adaptando al contexto.
“Agradezco al gobierno de México por darme la oportunidad de trabajar en algo que me gusta mucho, pues en mi país también me dedicaba a dar clases, pero a otro nivel académico diferente a este. Pero ahí vamos, poco a poco”, abundó.
Pidió al gobierno federal que no desaparezca el programa y que continúe, ya que ayuda a los niños migrantes en su formación académica y les permite a ellos trabajar en esta ciudad mientras se regularizan.
Puntualizó que su intención es quedarse en territorio mexicano si logra obtener sus documentos, los cuales ya están en proceso ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados en Tapachula.