El paisaje urbano de Tapachula ha cambiado notablemente en los últimos años, dando lugar a una diversidad de espectáculos callejeros que captan la atención de transeúntes y automovilistas que transitan por la ciudad.
En avenidas y calles, cada vez más personas se dedican al malabarismo y otros espectáculos como forma de ganarse la vida, obtener recursos económicos para sus hijos, apoyar a sus familias o incluso ahorrar para viajar a Estados Unidos.
Este es el caso de Israel, un joven originario de Guatemala que lleva más de 11 años trabajando como malabarista, recorriendo países como México, El Salvador y Guatemala, moviéndose constantemente entre ellos.
Israel compartió con Diario del Sur que comenzó a practicar malabares a los 14 años y, desde entonces, ha perfeccionado su rutina diaria, lo que le ha permitido mantenerse en esta actividad para apoyar a su familia.
Comentó que antes no había tantas personas realizando representaciones artísticas en las calles de Tapachula, pero ahora es común ver a más gente haciendo actos de magia, danzas con machetes, malabares o incluso cantando.
Señaló que en la Perla del Soconusco encontró un entorno favorable para desarrollar su arte, gracias al apoyo de los tapachultecos que lo observan en las calles y le regalan comida.
“A veces viajo solo y otras con mi familia, moviéndome por diferentes puntos de la ciudad y localidades como Villahermosa y Tuxtla, en busca de nuevas oportunidades para mostrar mi talento”, expresó.
Añadió que, a pesar de las dificultades y el intenso calor que en ocasiones supera los 40 grados, no se detiene, confiando en que cada día es una nueva oportunidad para hacer lo que más le gusta.
Al finalizar su jornada, se despide con gratitud de quienes lo apoyan, pues sabe que cada moneda es fundamental para el sustento de su familia, que en esta ocasión lo acompaña en su viaje a la Perla del Soconusco.