Los manglares son árboles de origen terrestre que han evolucionado para sobrevivir en ambientes inundables con alto grado de salinidad. Estos ecosistemas se encuentran principalmente en zonas tropicales y se ubican en áreas costeras, lagunas, ríos y deltas. En México, existen cuatro especies de mangle: rojo, negro, blanco y botoncillo.
Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), más del 50% de los humedales en México son costeros, con una superficie de 51,610 km². La deforestación de manglares genera alrededor del 10% de las emisiones globales de carbono anualmente.
Manglares de la Costa de Chiapas
Rodrigo Romero Tirado, biólogo egresado de la UNAM y especialista en fauna silvestre, señala que los manglares de la Costa de Chiapas son los más altos del mundo, alcanzando alturas de entre 20 y 30 metros, y en algunos casos, hasta 40 metros. Estas especies incluyen el mangle rojo (Rhizophora mangle), el mangle negro (Avicennia germinans), el mangle blanco (Laguncularia racemosa) y el mangle botoncillo (Conocarpus erectus). Estos manglares forman un sistema complejo de esteros, ríos y lagunas a lo largo de los 260 kilómetros de la costa chiapaneca.
Situación actual de los manglares
Los manglares de Chiapas enfrentan diversas presiones, tanto de los pobladores locales como de las políticas gubernamentales de desarrollo. La deforestación para establecer cultivos o potreros ganaderos, la extracción ilegal de madera y la canalización de ríos están afectando gravemente estos ecosistemas. Los sedimentos arrastrados por ríos canalizados azolvan lagunas y esteros, contribuyendo a la desaparición de los manglares. Además, los residuos de aguas negras y agroquímicos utilizados en actividades agropecuarias, junto con los residuos industriales del ingenio azucarero de Huixtla, contaminan los sistemas estuarinos y lagunas.
¿Qué podemos hacer para cuidar los manglares?
Es fundamental adoptar prácticas responsables para proteger los manglares. La pesca responsable, el ecoturismo y actividades menos impactantes como la apicultura y las plantaciones agroforestales pueden ayudar a diversificar los ingresos de los pobladores locales mientras se conserva el ecosistema. Los manglares chiapanecos son refugio de muchas especies de fauna, incluyendo jaguares, nutrias, monos, tortugas, iguanas y cocodrilos, además de ser hábitat para muchas especies acuícolas.
Para asegurar el uso sostenible de los recursos naturales de los manglares, es necesario involucrar a profesionales de diversas áreas, como agronomía, ingeniería forestal, biología, ingeniería ambiental, turismo y administración. Estos expertos, en colaboración con los pobladores locales, pueden desarrollar proyectos que utilicen los recursos de manera eficiente y promuevan su conservación a largo plazo.
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Día Internacional para la Conservación del Ecosistema de los Manglares
Cada año, el 26 de julio se celebra el Día Internacional para la Conservación del Ecosistema de los Manglares. Este día, adoptado por la UNESCO en 2015, tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de los manglares como un ecosistema único y vulnerable, y promover soluciones para su gestión, conservación y uso sostenible.
Los manglares son vitales para el equilibrio ecológico y la biodiversidad de la región. Su conservación es esencial para el desarrollo sostenible y el bienestar de las comunidades locales.