Alrededor de 4 mil hectáreas de la zona de manglares en Mazatán ubicadas dentro de la reserva de la biosfera de la Encrucijada se encuentran en peligro ante la tala inmoderada de mangles e incendios forestales causados por cazadores furtivos.
La Reserva de la biosfera de la Encrucijada tiene una extensión de más de 1144 mil hectáreas que comprende los municipios de Mazatán, Huehuetán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Acapetahua, Mapastepec y Pijijiapan.
José Alfredo González Gerardo, colaborador del grupo de protección de flora y fauna en Mazatán, afirmó que a pesar de que en la reserva de la Encrucijada se encuentran los mangles más grandes del continente Americano (35 metros de altura) persiste una deforestación excesiva de esta especie.
Dijo que una de las graves amenaza es el saqueo inmoderado de madera por parte de pobladores que viven cerca de la zona de la reserva, quienes han encontrado un negocio ilegal en la venta de esta especie protegida.
"Hay un saqueo irracional de madera de mangle, las personas han encontrado un jugoso negocio y esto pone en peligro la zona de manglares en la reserva de la Encrucijada, situación que preocupa por el impacto que se genera al medio ambiente", abundó.
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Señaló que otro de las amenazas para la zona de manglares son los incendios forestales causados por cazadores furtivos, quienes por capturar especies como la iguana, casquitos, armadillos, entre otras, prenden fuego, que por las condiciones climáticas se salen de control.
Detalló que tan solo el año pasado, los cazadores furtivos provocaron el incendio de aproximadamente 2 mil hectáreas en la reserva de la Encrucijada en el municipio de Mazatán, con afectaciones en mangles, zapotonales y otros árboles maderables.
El biólogo detalló que los ecosistemas de manglares ayudan en la captación de carbono para la purificación del aire, retención de agua de lluvias para evitar inundaciones, así como zon el hábitat de especies en peligros de extinción.
Puntualizó que hace falta mayor concientización a la población para evitar el saqueo inmoderado de estas especies maderables, así como mayor vigilancia por parte de las autoridades, porque se tratan de especies protegidas que se encuentran en una zona de conservación ambiental.
" Es necesario establecer un plan estrategia por parte de las autoridades que permitan conservar y proteger estos ecosistemas, además de implementar mayor vigilancia para evitar actividades que ponen en peligro la zona de manglares", sostuvo.
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