Todas las mujeres tienen una fortaleza especial, la mayoría de ellas enfrenta el mundo con valor, saben esconder el miedo y el espíritu de sobrevivencia, responsabilidad y amor es mayor en ellas.
La vida de Maricarmen Elorza debe contarse con justicia y prudencia porque, no es la mujer que aparenta ser. Tiene 51 años y una historia envidiable que bien vale la pena compartir.
Nace en Tapachula el 3 de noviembre de 1972, cursa la primaria en el Instituto Chiapas y el último año lo estudia en la Escuela México. Su padre enfrenta una enfermedad que lo retira del trabajo y llegan los tiempos de austeridad y ahorro.
Estudia la secundaria en la Federal número 1 y el bachillerato en la Prepa número 1. Ella siempre tuvo claro que estudiar era el arma más poderosa que tenía para enfrentar el mundo, así que con orgullo narra que es integrante de la primera generación del Instituto Tecnológico de Tapachula, en la licenciatura de Informática.
Maricarmen Elorza es la profesionista que un día decidió apostarle a la independencia, se arriesgó a crear su propio negocio y su testimonio profesional lo plasma en la tesis para graduarse como maestra en Administración con Formación en Organizaciones, en la UNACH.
María del Carmen Elorza Ríos es la estelar de Diario del Sur, es hija de Don Carlos Elorza y Carmen Ríos, ella es la protagonista de hoy, quien presume que la graduación de su maestría es su firma. Una maestría que le dio las herramientas para convertirse en una micro empresaria.
Es inteligente y sabia. Compartió 21 años de vida al lado del padre de sus hijos, nunca hubo firma alguna, pues asegura que ella es una fiel creyente que la relación debe sostenerse con amor, compromiso y lealtad, y cuando esos tres valores dejan de existir, con firma y sin firma, no hay nada qué rescatar, aunque su romance merece un capítulo aparte.
Siendo universitaria acepta la propuesta de dar clases en el Conalep, campus Huixtla, en donde también es contratada por un colegio particular para que impartiera clases de computación. Por supuesto que técnica de enseñanza no tenía pero, lo cierto es que deseaba trabajar, probarse como profesional y los resultados fueron de éxito.
Era muy joven y narra con entusiasmo esa temporada difícil cuando le decía al chofer del colectivo, en su cotidiano viaje de trabajo de Tapachula a Huixtla, que la despertara al llegar, pues las jornadas de estudio y de trabajo la agotaban, que dormía profundamente en el viaje.
Es en el Ayuntamiento de Huixtla en donde tiene su primer trabajo como profesional. Es contratada para estar en el departamento de Tesorería, para transformar, modernizar e instalar una red, una responsabilidad mayor, que se ve obligada a instalar un pequeño departamento y vivir en Huixtla.
Huixtla es una ciudad de gente alegre y en donde el amor se regocija por el calor humano, y es en esa ciudad, precisamente en su trabajo municipal, en donde conoce al hombre de quien se enamora y con quien construyó un hogar con dos hijos.
Con trabajo y un amor decide radicar en Huixtla por 8 años. “-Los dos veníamos de relaciones que nos habían dejado muy lastimados, así que, al no creer en el matrimonio, decidimos vivir civilizadamente 21 años, hasta que un día el amor se fue de vacaciones y me quedé sola con mis dos hijos-”
Estando enamorada, es invitada para trabajar en el INE, para hacerse cargo de todo el tema de cómputo. Ella y todos sus colegas se gozaron sin poderlo exponer, con el triunfo de Vicente Fox a la presidencia de la República.
Colabora en el INE varios años y después es llamada al CEtis. Su regreso a Tapachula se debe a la universidad CNCI.
Pero hace 16 años colaboraba en una empresa bancaria que, debido a problemas internos, la empresa invita a los trabajadores para aceptar una buena liquidación, y ella se apunta, sabiendo que es mejor un buen arreglo.
Al dejar de trabajar se pregunta qué hará, porque siempre ha sabido que trabajar, es tan necesario como comer, así que descubre que en la Unión Americana la presentación de las flores hechas de frutas lleva talento e imaginación humana. Le gusta y decide que quiere traer ese negocio, instalar en Tapachula un espacio con venta de arreglos frutales.
En su investigación, descubre que seis personas más como ella están interesadas en un tema en común: viajar a Estados Unidos es muy caro, así que se unen y deciden contratar a un profesional. Se citan en Monterrey y en un curso de 8 días aprende el oficio de transformar las frutas en arreglos de flores o en cualquier elemento, el resto es cuestión de talento e imaginación.
Regresa a Tapachula con material, ilusiones, productos y un proyecto que aterrizaría. Claro que tenía que cultivar el mercado que no estaba acostumbrado o no concebían este tipo de arreglos para celebraciones, compromisos y cien ocasiones más.
Le cuenta a su hermano que es arquitecto y su mejor amigo de profesión mercadólogo, sus sueños y el proyecto de una casa en donde vendería arreglos de flores, pero hechos con frutas. Juntos diseñan el logotipo y eligen nombre y colores.
Inició el trabajo con el apoyo de su hermana, la asistente doméstica y ella… Maricarmen Elorza abre un local exactamente el 6 de mayo, pero hace 15 años en la Av. Central Sur.
Hace 8 años su relación sentimental toma un rumbo distinto, aquello que la gente enamorada firma para luego demandarse, en ellos no existió, así que se queda sola y con dos hijos en la universidad, pero con un negocio próspero.
La separación la une más a sus hijos y estos se hacen presentes en “Disfrútame”, apoyando en barrer, limpiar las frutas, bañar las fresas de chocolate e incluso intervenir en la fabricación de arreglos florales a base de fruta.
Dos hijos: Sergio Enrique, que hoy es Ingeniero mecatrónico e Iván Alexander de 26 años, que decidió apostarle a la música.
-Mis hijos se formaron gracias a mi negocio, trabajando duro pude auxiliarlos para que terminaran la universidad-
El arte en esta boutique de las flores frutales le ha permitido a Maricarmen, realizarse como mujer y como profesionista porque, aunque “la carrera profesional no define la vida de uno”, la capacidad, manejo de mercadotecnia, publicidad y administración es gracias a haber estudiado.
Maricarmen es una mujer que disfruta su negocio, le encanta crear, vivir con la presión para medir su capacidad, pero sobre todo, le gusta la independencia, no tener que depender de nadie, ser su propia jefa y claro, ella sabe que al ser la dueña, se trabaja más, pero también se gana mejor.
Qué hubiera hecho María del Carmen Elorza Ríos si no hubiera incursionado en el mundo de las flores y frutas, fue casi la pregunta final y confió: -hubiera seguido impartiendo clases, porque nunca he hecho algo que no me guste y dar clases siempre ha sido gratificante, me apasioné en las aulas con los jóvenes-
-Pero acá, en mi pequeña empresa, soy dueña de mi tiempo, soy feliz porque tengo todo lo que cualquier persona desea: mis hijos realizados, aunque el mayor ha decidido comenzar una nueva carrera profesional, están sanos y tengo suficiente amor; ellos son el motor que mueve mi vida-.
María del Carmen Elorza Ríos es una mujer que cree y vive con amor, sin ese sentimiento no tendría el coraje para triunfar y crear, desde su romántica empresa, diseños que llenan el alma y se disfrutan.
morancarlos.escobar1958@gmail.com