Actualmente la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) en Tapachula cuenta con una flota de 56 patrullas. Sin embargo, sólo 26 son operativas y las otras 30 están fuera de servicio por problemas mecánicos y falta de mantenimiento, limitando la capacidad operativa de la corporación para atender emergencias y labores de vigilancia, parque vehicular que dejó la administración municipal 2021-2024, revela una fuente de la corporación.
En la ciudad han ocurrido enfrentamientos de la delincuencia contra las fuerzas de seguridad de los tres órdenes de gobierno, lo que mantiene en zozobra a la población que percibe inseguridad.
Aunque el Ayuntamiento que recién concluyó intentó contrarrestar el problema este 2024, con la entrega de 20 patrullas, siete motocicletas, dos drones, una ambulancia entre otros recursos tecnológicos y más de cinco mil uniformes para los agentes, el esfuerzo es insuficiente.
Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la tasa promedio nacional de policías preventivos es de 0.9 por cada mil habitantes. Aplicando este indicador a Tapachula, con una población aproximada de 353 mil 706 personas según el censo de 2020, se necesitan alrededor de mil policías preventivos para cumplir con la media nacional. Cálculo meramente referencial, pues las necesidades reales varían según factores como el índice de criminalidad, extensión territorial y condiciones socioeconómicas.
En 2023, el presupuesto destinado a la seguridad pública fue de más de 20 millones de pesos, cubriendo la adquisición de uniformes, vehículos y otros equipos. Además, invirtieron más de mil 200 millones de pesos en seguridad, lo que cita ha contribuido a disminuir la delincuencia.
Solo el 75% de los policías de Tapachula están certificados
Las cifras revelan que en Tapachula, uno de los principales desafíos en seguridad es incrementar las patrullas operativas y dar mantenimiento a las existentes.
Aunque el secretario de Seguridad Pública Municipal, Servando de Jesús Rivera Gómez, cita que las patrullas son suficientes, reconoció que buscarán aumentar el número de elementos y su profesionalización ya que sólo el 75% está certificado, lo cual es crucial para mejorar la capacidad de respuesta ante la delincuencia y garantizar respeto a derechos humanos.
Además, se necesita continuar expandiendo la infraestructura tecnológica, pues a pesar de los centros de monitoreo como los Centros de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C2 y C5), es urgente aumentar las cámaras de vigilancia y mejorar la conectividad entre los diferentes órdenes de gobierno para tener una respuesta coordinada en situaciones de emergencia.
Aunque la delincuencia ha disminuido, la sensación de inseguridad es un reto de las autoridades municipales. Fortalecer la confianza ciudadana es el objetivo clave, debiendo implementar más programas de prevención del delito y mejorar la comunicación con la población respecto a los resultados de los esfuerzos en seguridad.