En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula Jaime Calderón Calderón, reconoció el papel que juegan los medios de comunicación en la sociedad, sin, embargo hizo el llamado a informar con responsabilidad, pero principalmente con veracidad.
Dijo que lamentablemente el aspecto que actualmente se percibe en los medios de comunicación es el de un escenario de la descalificaciones y ofensas, una verdadera guerra de etiquetas y aniquilaciones.
Señaló que lo más preocupante es que eso no queda ahí, sino que va permeando y contagiando una infinidad de personas extendiéndose a un grupo más amplio, por lo mismo más complejo que va propiciando en la sociedad una preocupante y creciente confrontación.
"La verdad se define en las relaciones humanas y no en la simple posesión o no de la posición de juicio en la que uno se coloca, nadie es dueño de la verdad, por tanto, son absurdas las posiciones encontradas, ya que la verdad tiene que ver con la autenticidad y no autenticidad en la relación de los seres humanos", abundó.
Reconoció que la Biblia estipula "no dirás falso testimonio, ni mentiras", cuyo mandamiento prohíbe falsear la verdad en las relaciones con los demás, ya que vivir de comunicaciones que no son auténticas es grave, porque impide las relaciones y por lo tanto, el amor.
Detalló que donde hay mentira no hay amor, porque no puede haber amor que se dice profesar y la verdad es la regulación maravillosa de Dios, de su rostro de padre y de su amor sin límites, cuya verdad corresponde a la raza humana, pero la supera infinitamente porque es un don derramado sobre la tierra y encarnado en Cristo crucificado y resucitado.
Finalmente mencionó que cuando habla de comunicación entre las personas no solo se entiende las palabras, sino también los gestos, las actitudes, incluso, los silencios y las ausencias, ya que una persona habla con todo lo que es, lo que hace; no solo con las palabras.
