La inseguridad y ambulantaje son los principales problemas que aquejan a locatarios y comerciantes del mercado San Juan, propiciado por la falta de orden por parte de las autoridades, quienes han permitido que vendedoras de las llamadas "canasteras", se instalen en los pasillos y calles aledañas al centro de abasto.
Pedro Enrique López, introductor de frutas y verduras, afirmó que la gran afluencia de personas que acuden a adquirir sus productos básicos es aprovechada por los delincuentes, por ello, locatarios exigen a las autoridades mayor presencia policíaca.
Dijo que de manera reiterada han solicitado a las autoridades mayores recorridos policíacos tanto al interior como al exterior de este centro de abasto ante la alta incidencia delictiva, sin embargo, hasta estos momentos no han recibido respuesta a su principal demanda.
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“La verdad ha habido mucha inseguridad, y esto pues hace que las personas ya no vengan a comprar a los locales, por eso hacemos un llamado enérgico a las corporaciones policíacas a que cumplan con su responsabilidad de brindar seguridad a la población, pedimos recorridos permanentes, tanto al interior como exterior del mercado”.
Dentro de los ilícitos que mayor se registran están los asaltos a las personas que acuden al mercado a realizar sus compras, quienes son despojados de sus pertenencias, como celulares y de sus recursos, además de robos a locales, situación que se ha sido más recurrente en este centro de abasto.
Por su parte, Triny Vázquez, representante de locatarios, indicó que el problema de ambulantaje afecta a los comerciantes establecidos, quienes se ven perjudicados en sus ventas diarias por la competencia desleal.
Reconoció que todos tienen necesidad de llevar el sustento a sus hogares, sin embargo, debe haber orden, ya que la mayoría de los que venden de manera informal son personas que cuentan con locales comerciales, pero que los ocupan.
Puntualizó hace falta mano dura a las autoridades municipales para poner orden en este mercado, ya que han pasado años y los locales comerciales de la planta alta están olvidadas y abandonadas, convertidas en guaridas de ladrones.
