Luego de la visita del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a Chiapas, el obispo de Tapachula, monseñor Jaime Calderón Calderón, insistió en la necesidad que el gobierno federal, defina una política migratoria clara, ya que incomodo a gran parte de la población la donación millonaria en dólares que se hará a El Salvador, como medida para atender la migración y la deforestación.
Al respecto, monseñor Calderón Calderón, emitió que la a presencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, “ha sido muy alentadora en materia de migración. Reconocemos el discurso del ejecutivo nacional donde trató a los migrantes como hermanos necesitados de ayuda, y confirmó, con el apoyo económico, que México junto con Estados Unidos están comprometidos en mejorar las condiciones de vida de los países del triángulo norte de Centroamérica, específicamente de El Salvador con el programa Sembrando vida”, dijo.
Y continuó: “no obstante, la noticia de la ayuda económica con millones de pesos ha incomodado a los connacionales, puesto que hay muchas demandas incumplidas hacia los nuestros. Nuevamente insistimos en una política migratoria coherente pero también en el cumplimiento de muchas promesas de campañas y de demandas que presenta la comunidad”.
Agregó que el pasado 20 de junio se celebró el día mundial del refugiado, sin embargo, la solicitud de refugio se ha convertido “en un viacrucis para los migrantes, puesto que se ha cargado de candados y requisitos que retardan su resolución”.
Precisó que se necesita un sistema migratorio que se base en los derechos humanos en el ámbito mundial, regional y nacional, para evitar que se cree una crisis para los migrantes que los haga más vulnerables, porque al estar en una situación migratoria irregular “viven y trabajan clandestinamente, con miedo a quejarse ante el abuso que muchas veces sufren por prestadores de servicios, empleadores e incluso por agresiones en la sociedad civil”.
Sostuvo que la Diócesis de Tapachula no es ingenua, y reconoce que entre los migrantes “hay algunos que se aprovechan de sus compañeros de camino y son una amenaza para su vida. Urgimos a las autoridades a generar una política migratoria que, en lugar de responder con miedo a la imposición de aranceles y a la consigna de militarizar la frontera, tenga en cuenta los derechos humanos internacionales y sitúe al migrante como lo que es: un hermano nuestro, débil y necesitado de ayuda”.
Así también, expuso que ha comenzado el tiempo de lluvias en la entidad, lo que también aumenta el riesgo de posibles inundaciones en algunas zonas de la Diócesis, así como se eleva los índices de casos de dengue en la región, por ello “nos unimos a la voz de las autoridades sanitarias que siempre nos orientan para combatir este fenómeno (dengue). Hacer caso de las recomendaciones básicas para la prevención y el no cultivo del mosquito ayudará a evitar la enfermedad”, finalizó.