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Un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) denominado, “Migración laboral”, reveló que el 29% de los migrantes menores de 18 años miran a México como sus destino final.
El trabajo realizado en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), destacó que el otro 71 por ciento de los infantes buscan alcanzar el anhelado sueño americano a lo largo de la ruta migratoria.
Dicho informó se realizó para conocer la experiencia migratoria de la población joven guatemalteca en edad de trabajar y que sale de su país de origen en busca de una mejor calidad de vida a tierras extraerás como México y Estados Unidos.
El estudioso señala que la mayoría de jóvenes en edad para laborar ven a el suelo mexicano una oportunidad de trabajar de manera temporal o permanente para insertarse en el mercado laboral.
El trabajo de investigación realizado por el OIM y OIT, indica que el grupo de adolescentes que parte rumbo a México se instala Quintana Roo, la Ciudad de México y en Chiapas, principalmente en los municipios fronterizos con el vecino país.
Los organismos internacionales indican tres factores decisivos que seguirán alimentando este tipo de movimientos: la atracción que ejercen los cambios demográficos y las necesidades de los mercados laborales en muchos países industrializados; el efecto de empuje de la población, el desempleo y las presiones que ejercen las crisis en los países menos desarrollados; así como las redes entre países, establecidas en función de lazos familiares, culturales e históricos.
Aseguran, gran parte de la migración laboral es de carácter irregular y hay una industria clandestina dispuesta a promoverla.
El estudio destaca que los gobiernos y migrantes recurren con mayor frecuencia a la OIM, solicitando su apoyo experto para que facilite la migración laboral regulada y preste asistencia directa a los extrajeron.
Carlos, un joven guatemalteco de 16 años, mencionó que él prefieren trabajar en Tapachula que en Guatemala, ya que en sus país la inseguridad no se lo permite.
“Allá no podemos trabajar como acá; en mi país a las 15 horas ya nadie puede trabajar por la delincuencia. Acá en Tapachula podemos salimos desde las 5:00 am hasta las 19 horas y todo tranquilo”, expresó.
Mencionó que en la ciudad hay un aproximado de 500 menores que él conoce que trabajan de vendedores de chicles y limpiando calzados en primer cuadro de la ciudad.
Explicó, que gana alrededor de 200 pesos al día, lo cual, le sirve para pagar luz, agua, renta y mandarle a su familia que está en San Marcos, Guatemala, a quienes visita cada dos o tres meses.