De acuerdo a datos recabados del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) del Gobierno Federal, el año pasado, la superficie cosechada de soya en México fue de 156 mil 979 hectáreas con una producción de 246 mil 019 toneladas, con un rendimiento medio de 1.57 toneladas por hectárea.
Sin embargo, para satisfacer el consumo interno, se tienen que realizar grandes importaciones, las cuales en 2020-2021 fueron de 6 millones de toneladas de grano con un valor de alrededor de 2 mil 800 millones de dólares, es decir, lo que se produce en México significa menos del 5 por ciento de la demanda nacional.
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Chiapas es uno de los 10 principales productores de soya en el país, de la mano de Tamaulipas, Campeche, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Yucatán, Veracruz, Quintana Roo, por ello, la baja producción en México puede atribuirse a diversos factores, principalmente al abandono del campo por parte del Gobierno federal.
El presidente del grupo de trabajo Soyeros de Buenos Aires, Raúl Arroyo Alvarado, indicó que el hecho de que el Gobierno de México tenga que importar el 95 por ciento de la soya que se consume en el país, es porque ha descuidado la producción interna, al no hacer nada para volverla más rentable; por lo que aseguró que una de las salidas a esta problemática es incentivar a la producción local.
Dijo que debido al abandono al campo, en los dos últimos años las hectáreas de cultivo se han reducido hasta en un 50 por ciento en el Soconusco, ya que de 14 mil hectáreas que estaban dedicadas a la siembra de oleaginosas, en la última cosecha solo se sembraron 7 mil.
Señaló que esto ha originado que la producción haya caído drásticamente, ya que de las 27 mil toneladas que cosechaban anteriormente ahora solo son alrededor de 18 mil toneladas, lo que ha agravado la crisis en las familias.
Agregó que debido a esta situación muchos productores han tenido que emigrar a otros estados del país a trabajar en lo que sea y otros han preferido cambiar de cultivo porque no existe un programa que justifique el interés del gobierno hacia esta semilla.
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Subrayó que los productores que se quedan en el campo, hacen cultivos alternos, como ajonjolí o frijol, para poder solventar la situación económica, por lo que reiteró el llamado al gobierno a que se creen verdaderos programas de apoyos enfocados a la producción para aprovechar las tierras del Soconusco, que son de las más fértiles del país.