El gobierno mexicano ha cerrado, con “candado”, su puerta de ingreso en la frontera con Guatemala. Lo ha hecho de manera formal este domingo, en el cruce Ciudad Hidalgo – Tecún Umán.
Tuvieron que pasar dos días para que la advertencia de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se concretara. El río Suchiate mantiene su más bajo nivel por la ausencia de lluvias, lo que origina que se formen dunas y la gente pueda avanzar sin tener que utilizar las balsas improvisadas con cámaras de neumáticos.
Allí, a lo largo de cuatro kilómetros, cientos de guardias del Instituto Nacional de Migración (INM) han puesto freno al paso de personas provenientes de Centroamérica, que en su afán por llegar a Chiapas, han intentado de todo pero no lo consiguen, al menos no en este punto geográfico.
Según cifras oficiales del INM, un total de mil 600 elementos migratorios han sido desplegados en las últimas horas, en turnos que abarcan las 24 horas del días para evitar a toda costa que ingresen extranjeros al país por la vía terrestre.
La escasez de agua permite a los guardias del INM caminar por lo que algún día fue la corriente pluvial de este río internacional. Así logran divisar e interceptar a quienes buscan burlar la inspección.
Otros 500 elementos de la Guardia Nacional, la mayoría aún en tareas de análisis de contención, han sido enviados a esta franja fronteriza para reforzar los operativos del Inami, que ahora aprietan más fuerte la vigilancia en comparación con otros años en los que ha sido más discurso que hecho.
“Usted viene legal, vaya la puente y justifique su ingreso al país, pero por aquí no hay paso aunque usted venga legal así que por favor pongamos orden y suba al puente para realizar su trámite”, advierte uno de los integrantes de este operativo a una mujer que ha intentado entrar por el río.
El discurso se replica en los demás elementos, que tienen la instrucción de evitar a toda costa el ingreso de personas que provienen de Guatemala.
Josué María Cotoc, guatemalteco que ha intentado cruzar, ha tenido que volver por donde vino. El balsero le ha cobrado diez quetzales (unos 25 pesos mexicanos) y el pago ha sido en vano. Ha tenido que regresar y desembolsar otros 25 quetzales.
“Yo nada más vengo a comprar aquí a Ciudad Hidalgo, porque en realidad nos sale más barato, así que no veo por qué me están haciendo problema si es garantía que voy a regresar a Guatemala”, señaló.
Josué María y muchos más que han cruzado caminando han tenido que detener su periplo hacia México. El INM ha endurecido sus políticas hacia los centroamericanos, que siguen intentando llegar al sur de Chiapas.
Cierran garita aduanal
El efecto de la política migratoria en la frontera sur ha generado también un candado en la circulación aduanal de México a Guatemala. Decenas de tráileres y camiones de carga, así como transmigrantes, han quedado detenidos del lado de Ciudad Hidalgo debido a que los portones del puerto fronterizo Suchiate II están cerrados.
No, no es porque sea domingo. Se trata de un puerto internacional que opera los 365 días del año, pero en esta ocasión los choferes que buscan llegar a Guatemala, se han topado con que no pueden cruzar a Guatemala porque no hay nadie que los atienda y realice sus trámites de ingreso.
Según uno de los trabajadores de este puerto fronterizo, el cierre ha sido imprevisto y no se sabe a qué hora o cuándo reabrirán sus puertas.
Mientras tanto, la fila alcanza unos dos kilómetros en la espera que puedan acceder. Allí permanecen traileros, camiones con cargas que tienen como destino Guatemala y los “School Bus”, estos camiones escolares de color amarillo que son reutilizados para el transporte público en Centroamérica.
La actividad comercial, aunque ilegítima, en la frontera sur está detenida. Según balseros del Suchiate, desde este sábado sus ganancias han disminuido ante la falta de personas que buscan cruzar en vano hacia México.
Lo mismo ocurre en este puerto aduanal, que luce desierto y sólo el silbido del aire alienta a que pase algo, nada más que una lluvia, pero en cuanto a trámites temen que tengan que esperar por mucho tiempo en el sector.