El Día de las Madres es una celebración con raíces ancestrales que honra la figura materna como símbolo de fertilidad y vida. Su origen se remonta a culturas antiguas como la griega y la romana, donde se rendían homenajes a diosas como Rhea y Cibeles, representantes de la maternidad y la fertilidad.
En las culturas mesoamericanas previas a la Conquista, la maternidad también era reverenciada. Los aztecas, por ejemplo, adoraban a la diosa Coyolxauhqui, madre de Huitzilopochtli, y le dedicaban esculturas en oro y plata, resaltando la importancia que tenían los roles maternos en su visión cosmogónica.
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¿Cuándo se empezó a celebrar a las mamás en México?
En México, la celebración del Día de las Madres comenzó en 1922, según el investigador del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La elección del mes de mayo se relaciona con la devoción a la Virgen María, y la fecha del 10 de mayo se estableció debido a que se pagaba en las decenas en nuestro país en aquel entonces, aunque algunas fuentes también mencionan un primer festejo en Oaxaca en 1913, impulsado por la esposa de un presbítero metodista.
México fue pionero en Latinoamérica en adoptar esta celebración, reflejando la profunda importancia que se le otorga a la madre en la sociedad mexicana. Este sentimiento de veneración a la maternidad fue tan significativo que en 1949 se inauguró en la capital del país una monumental escultura en honor a todas las madres.
El Día de las Madres no solo es una fecha para regalos y muestras de cariño, sino también un recordatorio de la esencia fundamental de la maternidad en la cultura y la historia mexicana.