Para el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba A.C, la ley de refugiados y protección complementaria en México que contempla violencia de género y personas LGBTI carece de una cobertura amplia, o bien de hacerse efectiva, con ello evitar que cientos de personas aun y cuando están en este país sigan a correr graves peligros y riesgos de muerte.
Atendemos a cientos de personas que huyen de la violencia de Centroamérica porque las van a matar, llegan a este lugar para salvar sus vidas pero se enfrentan a mayores riesgos como los sucesos recientes.
Salva LacruzResponsable del Área de Incidencia Política de FRAYMACO.
El responsable del área de incidencia política en el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba, afirmó que en este organismo se centran los esfuerzos en las personas refugiadas solicitantes de asilo en México, de quienes huyen por la violencia excesiva en Centroamérica, pero uno de los mayores temas que más preocupa se ha convertido en la violencia de género y el odio a personas con condición sexual diversa.
“Llegan extremadamente violentadas a Tapachula de países actualmente como El Salvador y Guatemala, que llegan de sociedades descompuestas en muchos sentidos y parte de la violencia que se genera es la discriminación del colectivo LGBTI claramente, aunque también se ha notado una vinculación a la explotación sexual es decir caen a redes de trata”, aseveró.
Evidenció que en los acompañamientos que ellos han dado a las personas migrantes que huyen por distintos hechos violentos, en algunos momentos si se cumple, se respeta y se reconoce la condición de persona refugiada plasmada en una ley, pero en otros casos la COMAR en concreto no encuentra motivos, no les reconoce y deja en total indefensión especialmente a personas LGBTI.
Dijo con preocupación, que la población LGBTI esta discriminada y violentada en Tapachula, lo que deja el descubierto que faltan las condiciones necesarias por parte de la autoridad y sociedad en general para acoger a este tipo de personas como se merecen.
“Es difícil porque están huyendo de la violencia de género de los países de Centroamérica y llegan a México especialmente a esta zona de la frontera sur donde los están violentando, e incluso privando de su vida”, puntualizó.