Rosalba Sánchez López, de 44 años, ha sido una de las pocas personas que ha recibido de nuevo el milagro de la vida, al ser beneficiada con un trasplante de riñón, tras muchos años de espera.

Hace un par de años recibió el trasplante de riñón de una donadora viva que fue su madre, ya que por más de 5 años estuvo en la lista de espera, y no corrió con la fortuna, sin embargo, en ese lapso su calidad de vida se fue deteriorando.

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"Gracias a Dios mi mamá me ha dado nuevamente la vida, porque ella nunca dudó en donarme un riñón cuando supo que era compatible conmigo, porque es una situación complicada que se vive", abundó.

Dijo que la necesidad que tienen los pacientes que están en la lista de espera es indescriptible, tan sólo la familia del enfermo sabe de las penurias que pasan para conseguir a un donador, y ante los pocos donantes, la mayoría de los enfermos fallecen durante la espera.

Señaló que en el tiempo de espera todos los días le pedía a la virgen un milagro, ya que era la única forma como podría salvarse, el cual ocurrió a través del ser quien le dio la vida pero ahora por segunda vez.

"Estar en espera de un trasplante es angustioso porque durante ese tiempo la salud se va deteriorando y todo es cuestión de tiempo, pero lamentablemente muchas personas pierden la vida porque desafortunadamente la población no tiene la cultura de la donación de órganos", sostuvo.

Indicó que después del trasplante ha sufrido episodios complicados, sobre todo porque el órgano no se adapta fácilmente al cuerpo, pero con la ayuda de Dios y llevando al pie la letra las especificaciones médicas es como ha podido salir adelante.

Expresó que, hace falta mucha concientización y sensibilización entre la sociedad sobre el tema de la donación de órganos, ya que es muy común que las familias cercanas a algún ser querido que ha encontrado la muerte, se nieguen a donar sus órganos que pudieran salvar la vida a otras personas.