Decenas de fieles se congregaron en la parroquia de San Agustín, ubicada en el centro de Tapachula para participar en la imposición de la ceniza, acto litúrgico con el que la iglesia católica da inicio a la Cuaresma.
Jóvenes y personas adultas desde muy temprano comenzaron a abarrotar el templo religioso, quienes motivados por la fe decidieron preparar sus vidas para la Semana Santa.
El encargado de la parroquia, Martin Moreno, fue el encargado de oficiar esta celebración religiosa y en su mensaje, afirmó que la Cuaresma es una oportunidad que Dios da a toda persona para corregir el camino en lo que en verdad vale la pena en la vida.
Dijo que este tiempo no es solo de abstinencia y de sacrificio, sino buscar la ayuda de Dios para la lograr la pureza del alma, y vivir tal y como él demanda a todo creyente, con humildad y cumpliendo siempre su palabra.
Señaló que el periodo de cuaresma es un tiempo favorable para examinar la vida, de convertirse de todo corazón y es una segunda oportunidad para cambiar el rumbo del camino.
Indicó que la imposición de la ceniza puede realizarse en toda persona, sea creyente católico o no, ya que significa que el hombre fue hecho del polvo y también que recuerda que un día se volverá al polvo, por lo que la vida es solamente un soplo.
"Al recibir la ceniza Dios nos concede una nueva oportunidad para cambiar nuestros caminos y actitudes, iniciamos la cuaresma, y el llamado es a celebrar este tiempo con humildad y no dejar de ver a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo", abundó.
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Por su parte, Olga Sánchez, una de las creyentes que acudió a recibir la ceniza, reconoció que para muchos la cuaresma no solo es abstenerse a comer carnes rojas, sino que es un tiempo de gracia que Dios concede al hombre.
"No es solo abstenerse a no comer carne, sino a cambiar nuestra vida a la plenitud de Dios, porque de nada sirve que no coma ese producto si hablo mal de las personas y hay pecado en mi corazón", abundó.
Asimismo, doña Rosalía, afirmó que la imposición de la ceniza es un rito muy importante con el que se reconoce que la persona es pecadora y que solo Dios puede perdonar y convertir la vida en algo mejor.
"La cuaresma invita a la conversión, cambiar de mentalidad, para que la verdad y la belleza de la vida no radiquen tanto en el poseer sino en el dar, no está bien en el acumular sino en sembrar el bien y compartirlo", sostuvo.