Takhir, exfrancotirador de las Fuerzas Especiales rusas, dejó su país para evitar ser parte de una guerra que no comparte. Ahora, sobrevive en Tapachula, Chiapas, cantando música mexicana mientras espera una oportunidad de asilo que le permita permanecer lejos del conflicto.
Un pasado militar y una difícil decisión
Takhir, originario de Rusia, sirvió en las Fuerzas Especiales entre 2006 y 2008 como francotirador de reconocimiento. Su entrenamiento militar y desempeño destacaron, pero esa misma especialización lo convirtió en un blanco para la movilización anunciada por el gobierno ruso en 2022, en el contexto de la guerra con Ucrania. "Sabía que me enviarían al frente debido a mi experiencia", comenta Takhir con mirada seria.
Cuando se anunció la movilización parcial, muchos exmilitares, incluyendo amigos cercanos, desaparecieron o fueron enviados al frente. Temiendo un destino similar y la carga psicológica de participar en un conflicto que considera injusto, Takhir decidió huir. "No quería vivir con la culpa de quitar vidas inocentes", afirmó.
La travesía hacia la libertad
La odisea de Takhir comenzó en Kazajistán, seguido de un paso por Kirguistán y un periodo más largo en Argentina. Finalmente, llegó a México en busca de refugio. En Tapachula, se refugió inicialmente en un albergue, pero enfrenta dificultades para conseguir documentos que regularicen su situación. "He tenido procesos negativos y ahora estoy en apelación. Es un camino largo y lleno de incertidumbre", señala.
Sobreviviendo con música mexicana
Sin opciones para un empleo formal, Takhir recurre a la música para sobrevivir. Aprendió español y canciones populares mientras vivía en un albergue. Hoy, su repertorio incluye temas de Juan Gabriel, Los Temerarios, y Grupo Frontera. "La música me conecta con la gente y me da esperanza", explica. Cada día, recorre las calles de Tapachula cantando, buscando una moneda o un gesto de solidaridad.
"Espero que la guerra termine pronto y regresaré a mi país. No quiero asilo permanente, solo un lugar seguro mientras todo pasa", expresa Takhir, con la esperanza de que su situación cambie.
Un ejemplo de resiliencia
La historia de Takhir no es única. Al igual que él, miles de personas han dejado sus países para escapar de conflictos armados y regímenes opresivos. Tapachula se ha convertido en un punto de tránsito para quienes buscan refugio en México o Estados Unidos, aunque no todos logran regularizar su estancia.
El caso de Takhir refleja los desafíos que enfrentan los refugiados en su búsqueda de seguridad. Su vida en Tapachula, lejos del frente y de su hogar, es un recordatorio de los costos humanos de la guerra y de la necesidad de apoyo internacional para quienes se ven obligados a huir. Su voz, que ahora resuena en las calles a través de la música, lleva consigo un mensaje de resistencia y esperanza.